Muchos son los acontecimientos históricos de importancia que han acontecido en el centro histórico de la
Ciudad de México y por este motivo se proyecta como un lugar de gran simbolismo social y relevancia cultural. El esplendor de las antiguas culturas prehispánicas; la prosperidad fastuosa en el periodo novohispano, las dramáticas transformaciones del México moderno y la multiculturalidad del actual siglo XXI, todo ello ha dejado huella en el centro histórico, el corazón de la metrópoli más grande del mundo. No es de extrañar entonces que este espacio urbano, este incluido en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO.
Erigida sobre los vestigios de la gran ciudad prehispánica de
Tenochtitlan, la cual fue derrotada por
Hernán Cortés en 1521, la Ciudad de México se constituyó desde aquel tiempo la más relevante del país y en nuestros días es una de las metrópolis más importantes y pobladas del mundo. El centro histórico de la Ciudad de México, con su trazo geométrico y abundancia de plazas -una de ellas la Plaza de la Constitución, el famoso "Zócalo", la segunda más grande del mundo sólo detrás de la de Moscú-, atesora innumerables monumentos artísticos e históricos, que incluyen joyas como la
Catedral Metropolitana -una de las más grandes y suntuosas de América Latina-, el
Palacio Nacional y el hermoso
Palacio de Bellas Artes.
Pero además, el centro histórico de la Ciudad de México incluye varios otros edificios de diferentes épocas, por ejemplo, la prehispánica, como es el caso del
Templo Mayor a un costado de la Catedral Metropolitana y la
Torre Latinoamericana, del siglo XX, muy cerca de la
Alameda Central, otro referente del centro histórico de la capital mexicana.
Inscrito en los registros de Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO, el día 11 de diciembre de 1987, el centro histórico de la Ciudad de México, es un espacio urbano que ningún viajero puede dejar de visitar, por lo menos una vez en su vida.