Ciudad Juárez y las dunas de Samalayuca
Los misioneros franciscanos de la Conquista, frente a las amenazas de ataques de apaches, fundaron la misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos de Paso del Norte.
Alrededor de esta misión fue creciendo el poblado que con el tiempo llegó a ser la actual Ciudad Juárez.En 1865, durante la invasión francesa a nuestro país, Benito Juárez estableció aquí provisionalmente la capital de la República a lo largo de un año.
Para conmemorar este hecho, en 1888 el Congreso del Estado le cambió el nombre por el de Ciudad Juárez. Actualmente Juárez es una población moderna y una mezcla de culturas -mexicana y estadounidense-, propia de una frontera.Visita la ex aduana, actual Museo Histórico, donde se negoció, entre los presidentes de Estados Unidos y México, W Taff y Porfirio Díaz, el litigio creado por el cambio del lindero de la frontera, al desviarse el cauce del río Bravo, en el territorio conocido hoy como El Chamizal.
La ex aduana trae a nuestra memoria la idea de otro México que terminó de despedirse al finalizar del siglo XX. Cerca de ahí, sobre la misma avenida, la Juárez, está el bar Kentucky, el más antiguo, de gran tradición y elegancia, el cual abrió sus puertas en 1920. Toma una copa en el mismo lugar que lo han hecho Steve Mc Queen, Liz Taylor, Richard Burton y el peleador más famoso de todos los tiempos, Jack Dempsey.Visita también el club San Luis, que recibió este nombre después del histórico vuelo trasatlántico de Charles Lindbergh, el famoso piloto del “Espíritu de San Luis”, quien visitó la ciudad y se entrevistó con Emilio Carranza, piloto mexicano.
Recorre el Camino Real de Tierra Adentro, un pequeño fragmento de lo que fue en su época el camino más largo de Norteamérica, ruta que se convirtió después en el ferrocarril de Santa Fe que conecta a Kentucky con la capital del país.
Y si deseas conocer un paisaje desértico, no puedes perderte las dunas de Samalayuca, que con sus 17 mil hectáreas te harán sentir en el fin del mundo.
Aquí encontrarás actividades entretenidas como sandboarding, ciclismo de arena y vehículos 4x4. Samalayuca es un espacio ideal para el encuentro con uno mismo. La inmensidad de las dunas son un paisaje asombroso y que le quita las palabras a más de uno.