De visita en la Hacienda Matel en Jalisco
En las diez habitaciones que incluye la Hacienda Matel, se percibe una atmósfera propia de los tiempos revolucionarios, en un casco arquitectónico lleno de pequeños detalles, ideal para gozar en compañía de nuestra pareja.
Cada una de estas habitaciones maneja un diseño distinto, pero comparten la característica de los elevados techos y las vigas de madera, así como también una estructura de muros de adobe y piedra en tonalidad terracota.En la Hacienda Matel sobresalen los cuadros, pinturas y fotografías que nos ofrecen representaciones de la vida en México en los albores del siglo XX.
Por ejemplo, en la entrada del lugar, aparece un carruaje del siglo XIX. Las habitaciones denominadas como Pancho Villa, Álvaro Obregón, y Adelita, tienen detalles regionales en la ornamentación que manifiestan: bordados en lana, muebles antiguos con acabados en oro y en los accesorios de baño, detalles en talavera. Como quiera que sea, el servicio que nos ofrecen estas habitaciones se complementa con algunas comodidades propias de la modernidad, como una televisión de pantalla plana o una chimenea que se controla con un mando a distancia. Esta última es sumamente disfrutable, en especial cuando la bruma del atardecer desciende y se deja sentir. Una actividad obligada para quienes se alojan en esta formidable hacienda, es la de visitar la comunidad de San Sebastián del Oeste. Este sitio, nombrado no hace mucho como Pueblo Mágico, se localiza a cinco minutos de la Hacienda Matel. Saliendo desde su pequeño zócalo, la ruta a pie hasta la hacienda puede tomar varios trayectos, para pasar por ejemplo, por los Portales de Morelos, comprar productos orgánicos en El Fortín, o incluso, rentar una cuatrimoto para transitar por las calles empedradas y experimentar un poco de intensidad al recorrer estos lares. Tras volver a la hacienda, cerca del medio día, los turistas pueden gozar de un reconfortante baño jacuzzi, el cual se encuentra en el quiosco que se levanta en el patio central. Vale la pena dedicarle un par de horas a este delicioso baño, el cual se prepara con sales aromatizadas. Posteriormente se puede caminar por los parajes que abarca la hacienda, para conocer espacios tan representativos como las caballerizas, el rodeo, o la capilla en honor de San Judas Tadeo, la cual se encuentra en una diminuta loma, desde donde se tiene la mejor vista de toda esta propiedad. Por otra parte, la capilla es excelente para celebrar bodas, por la iluminación que cuenta, con numerosos candiles de cobre, que tornan por demás sugestivo el entorno. Si quieres saber más acerca de las haciendas en México, visita el sitio Balnearios y campamentos de México: http://www.balneariosmexico.com/index.php