Si hay algo que distingue a México en su proyección turística es su riqueza arquitectónica y sus tesoros de arte sacro.

Por lo consiguiente, los aficionados al turismo religioso tienen siempre algo nuevo por descubrir y disfrutar en las ciudades coloniales mexicanas. La Ciudad de México, al ser una urbe enorme y llena de sitios interesantes, ofrece a los turistas varias obras maestras de arte y arquitectura sacra que vale la pena destacar. A continuación les presentamos lo mejor del turismo religioso en la Ciudad de México. Iglesia de San Jacinto

Para todos aquellos interesados en la historia del arte, el barroco novohispano siempre ha despertad especial interés.

Una muestra de enorme belleza de esta tendencia estética la tenemos en San Jacinto, cuenta con detalles medievales, un precioso jardín y una fuente. Se ubica en San Ángel, en la delegación Álvaro Obregón. Isabel la Católica

Edificada de acuerdo al estilo barroco, este templo abrió sus puertas en el siglo XVIII.

Sobresale por su combinación de adornos neoclásicos y barrocos en el interior y sus delicadas columnas estilo gótico. También atesora una de las mejores colecciones de arte sacro de la capital mexicana. Iglesia de Santo Domingo

Es un templo localizado en las calles de Belisario Domínguez y Brasil.

Data del siglo XVII y exhibe revestimientos de tezontle en su estructura de cantera gris. Tiene el nombre de Santo Domingo por ser parte de un complejo conventual, dedicado a este personaje, de estilo neoclásico. Cuenta con una elevada torre, dos campanarios y un par de nichos con esculturas. Iglesia de San Bernardo

Se encuentra entre las calles de Venustiano Carranza y 20 de noviembre, en el Centro Histórico de la capital del país.

Es un edificio con nichos adornados en donde reposan dos estatuas bellamente manufacturadas, una dedicada a la Virgen de Guadalupe y otra a San Bernardino. Es uno de los ex conventos de mayor importancia y antigüedad en la Ciudad de México. Catedral de la Ciudad de México

Localizada en el Zócalo, en el corazón mismo de la Ciudad de México, se levanta la Catedral Metropolitana, edificada con cantera gris.

Es un edificio monumental de 59 por 128 metros y 60 metros de altura desde el piso hasta la cúpula. Con ello es la catedral más alta de América Latina. La primera piedra de este edificio fue colocada por Hernán Cortés.