Siguiendo con una selección de la famosa revista Condé Nast Traveler, hay varias maravillas naturales de enorme atractivo turístico en diferentes partes del mundo que nadie se debe perder.

Son fenómenos naturales que tienen la particularidad de fascinar a quienes los contemplan. Son pretextos perfectos para emprender una serie de viajes mochileros plenos de aventura y emociones intensas.

Comencemos con las Catedrales de Mármol, en Chile.

Son formaciones rocosas surgidas en el lago General Carrera por la ininterrumpida acción de las olas en la piedra caliza. Se presta para efectuar paseos con pequeñas embarcaciones que salen de la comunidad de Puerto Río Tranquilo. Cada uno de los bloques de mármol pesa cerca de 5 millones de toneladas.

Otro paraje de extraordinarias características geológicas es la Gran Fuente Prismática en los Estados Unidos.

Ubicada en el Parque Nacional de Yellowstone cuenta con un diámetro de 80 metros por 50 y 90 metros de profundidad. Las insólitas tonalidades que exhibe la fuente son obra de bacterias pigmentadas que brotan en los bordes de las aguas, las cuales son ricas en distintos minerales. En el periodo estival se observan colores rojo y naranja y en temporada invernal se observan tonalidades verde oscuro.

No menos interesante es el geíser Fly, también en el territorio estadounidense.

Merece ser visitado en una travesía mochilera por sus especiales características. Surgió a partir del carbonato depositado y de la acción de algas y bacterias. No se trata de un fenómeno cien por ciento natural, puesto que apareció de manera accidental tras la perforación de un pozo en la zona.