Sitio arqueologico de Sultepec-Tecoaque en Tlaxcala
La relevancia que tiene el sitio arqueológico de Sultepec-Tecoaque, en el Estado de Tlaxcala, se debe a la ubicación fronteriza que tuvo en la Región Acolhua, en la parte oriente de la cuenca de México, y a la cual estuvo integrado la etnia tlaxcalteca. Los orígenes de tal asentamiento deben de rastrearse en el periodo Clásico Temprano, tiempo en el cual tuvo un rol capital para las rutas comerciales controladas durante mucho tiempo por las grandes urbes de Teotihuacán, Texcoco y Tenochtitlán.
Una referencia curiosa acerca de Sultepec-Tecoaque, es la de que, allí precisamente, fueron capturados Pánfilo de Narvárez y sus expedicionarios. Narváez fue un personaje que tenía como encomienda arrestar a Hernán Cortés . Diferenteshallazgos arqueológicos corroboran esta referencia, entre los cuales se encuentran los restos óseos de varios hombres, mujeres y niños de origen español, así como también, los de los mulatos y africanos que participaban en la expedición. Este sitio arqueológico que les aconsejamos mucho visitar en una excursión de fin de semana, tuvo su momento de mayor desarrollo desde el año 450 al 1521 después de Cristo.
El sitio arqueológico de Sultepec-Tecoaque tiene 32 hectáreas y comprende unas 15 grandes estructuras, las cuales aparecen distribuidas en un centro ceremonial con cuatro templos y una zona habitacional, en la cual, en años recientes, han sido hallados restos óseos de víctimas dispuestas para fines sacrificiales de hace unos siete siglos. En este yacimiento prehispánico también se han hallado más de 12 aljibes, es decir, enormes depósitos subterráneos para capturar agua de lluvia, con variados objetos arqueológicos.
Los elementos arquitectónicos más importantes de este sitio prehispánico del Estado de Tlaxcala son: la Plaza Superior, la Plaza Inferior y la Zona Habitacional. La planificación y la edificación del sitio prehispánico de Sultepec-Tecoaque se efectuaron en distintos niveles topográficos, brindándole a cada uno de los grupos habitacionales una proyección diferente, de acuerdo a ciertos niveles jerárquicos.
Este importante atractivo cultural de Tlaxcala se encuentra en el kilómetro 33 de la carretera federal México-Veracruz, número 136. Puede hallarse a unos 500 metros de la comunidad de San Felipe Sultepec, en Capualpan, Tlaxcala. El acceso a este yacimiento arqueológico es de martes a domingo de las 9 de la mañana a las 5 de la tarde.
Como parte del recorrido, es imprescindible visitar el museo de sitio, el cual incluye más de 200 piezas prehispánicas y gráficos variados, que nos ofrecen valiosa información acerca de los asentamientos teotihuacanos y acolhuas, así como también de los contactos establecidos con los españoles.
Conviene saber que el estado de Tlaxcala se localiza muy cercano a importantes ciudades del centro del país.
Por ejemplo, desde la Ciudad de México, para llegar a Tlaxcala en automóvil, se parte desde la Calzada Ignacio Zaragoza, y luego hay que tomar la autopista 150 México-Puebla-Veracruz y tras haber pasado la caseta de San Martín Texmelucan, continuar por la desviación para la autopista 117 San Martín Texmelucan-Apizaco, la cual nos lleva hasta la ciudad de Tlaxcala.
Este recorrido toma aproximadamente una hora cuarenta y cinco minutos. Si se viaja en autobús, hay que tomarlo en la Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente TAPO, y si se parte desde Puebla, en la Central Camionera de Puebla CAPU. Tlaxcala se localiza a 40 minutos de la ciudad de Puebla, y a 2 horas de Pachuca, capital del estado de Hidalgo.
Además, visitar el el sitio arqueológico de Sultepec-Tecoaque es un excelente pretexto para acercarse a la deliciosa cocina tlaxcalteca. La gastronomía del estado de Tlaxcala es deliciosa, exótica y fascinante. Los orígenes de ella nos llevan a los tiempos de la antigua Tlaxcallán, en los cuales el maíz era considerado como un alimento divino.
En los días prehispánicos, los tlaxcaltecas cosechaban frijol, nopal, tomatillo y calabazas. Además, estos antiguos mexicanos se dedicaban a la caza de huilotas, liebres, conejos, tlacuaches, patos y venados. Por otra parte, el maguey era un alimento muy valorado, puesto que al fermentarlo se obtenía el pulque.
Con el paso de los siglos, estos elementos culinarios han ido mezclándose con las tradiciones gastronómicas españolas, dándole lugar a una cocina de sabores variados, de aromas cautivantes y de gran colorido. En la cocina tradicional tlaxcalteca, el maguey tiene un sitio muy importante, ya que con él se elabora la barbacoa, los chinicuiles, los mixiotes, y los gusanos de maguey.
Otros platillos infaltables en las mesas de los habitantes de Tlaxcala son los tamales de frijol y los tamales de anis, el mole de guajolote, el mole de olla o el mole prieto. También suculentos son los escamoles, es decir, larvas de hormigas y las quesadillas de huitlacoche. Toda una tradición local, la tenemos en la sopa tlaxcalteca, así como también, el pollo Tocatlán, la barbacoa blanca, la carne en pulque, y el pipián de ajonjolí, con tortillas de maíz azul o blanco, hechas a mano.
Otro motivo por el cual vale la pena visitar el sitio arqueológico de Sultepec-Tecoaque es el siguiente: conocer la historia de Tlaxcala, aún si se trata de aspectos esenciales, es una manera de comprender la riqueza cultural y arquitectónica que le ha sido heredada y que hoy en un patrimonio turístico difícil de hallar en otro lugar. Los avatares históricos de un sitio determinado no son acontecimientos que pasan sin más, como agua en la corriente de un río, sino que, por el contrario, al tiempo que ocurren le dan forma, lo dimensionan y perfilan.
En lo que se refiere a la historia de Tlaxcala vemos que este flujo histórico, ha dejado como resabios, impresionantes sitios arqueológicos y bellos ejemplos de arquitectura colonial, por ejemplo, pero también notables edificios propios de la modernidad tlaxcalteca. Para valorar estos atractivos de una justa manera y en el marco de unas vacaciones en esta entidad del país, vamos a comentar algo sobre la historia de Tlaxcala, ciertas fechas y acontecimientos clave para los derroteros de esta entidad.
En los días prehispánicos, Tlaxcala fue de las pocas naciones que logró sostener su autonomía, frente a los aztecas. Estaba dividida en cuatro señoríos, gobernados por importantes jefes de la región. Hasta la fecha, los habitantes del lugar siguen denotando un gran orgullo, heredado sin duda de sus antepasados precolombinos. Una vez consumada la Conquista, la ciudad de Tlaxcala fue fundada por Hernán Cortés, en 1520.