Taco, quesadilla, chilaquiles o sope
No se necesita un doctorado, pero tampoco es tan fácil como entrar a un McDonald’s. Cualquier viajero que pretenda comer en México debería estar al tanto de las siguientes advertencias. Las escribe un chilango (alguien que vive en México DF) que no soporta el picante ni la cebolla y que con el tiempo ha aprendido a pedir cuidadosamente su comida.
Por otra parte, nada más ameno y pocas tocas tan saludables como preparar nuestros alimentos en casa. Para conocer las mejores opciones gastronómicas, antojitos y ricos platillos, las mejores recetas airfryer resultan extremadamente valiosas. Sorprende a tus parientes y amigos al invitarlos a comer en tu hogar, habiendo cocinado deliciosas creaciones capaces de cautivar incluso a los más exigentes paladares.
Antes de ordenar
Desconfía de todo aquel mexicano que diga que "casi ni pica" o que "pica poquito": Los paladares en México tienen un nivel bastante alto de tolerancia al picante. Si uno no quiere arriesgarse, lo mejor es pedir la comida sin chile o sin salsa.
Hay alternativas sin chile: varias comidas mexicanas tienen un equivalente preparado sin salsa. Por ejemplo, las enchiladas y las enfrijoladas son básicamente el mismo plato (tortilla de maíz rellena de pollo), con la diferencia de que las primeras llevan salsa de chile y las otras salsa de frijol.
Sobre la comida
No esperes encontrar en México la comida de Taco Bell: Aunque la cadena norteamericana ha popularizado la comida mexicana, en realidad se trata de comida tex-mex que no es muy común en gran parte del país. Por ejemplo, los famosos burritos (tacos elaborados con tortilla de harina de trigo) solo son habituales en los estados del norte de México. En el DF es posible encontrarlos, pero en restaurantes especializados.
La lista de ingredientes no te dirá gran cosa: la base de la comida mexicana es la tortilla de maíz, las salsas picantes y la carne. Un gran número de platos son variaciones de tales ingredientes. Por ejemplo: un taco es una tortilla (generalmente de maíz, pero también de trigo) enrollada entorno a una porción de carne a la cual generalmente se le agrega salsa. Una quesadilla es una tortilla de maíz frita doblada por la mitad rellena generalmente de queso, pero que acepta cualquier otro guiso. Unos chilaquiles son tortillas de maíz fritas cubiertas con salsa picante (roja o verde), queso, crema y trozos de pollo. Un sope es una tortilla de maíz gruesa cubierta con salsa picante y pollo. En fin, en la descripción verbal todo se parece. Es la práctica la que hace a uno reconocerlos.
¿Quieres una comida mexicana rápida? Prueba una torta con un refresco: en el DF le llamamos ’torta’ a cualquier guiso que quepa dentro de un pan blanco al que llamamos bolillo o telera. Como un bocadillo español o una baguette francesa, pero con guisos mexicanos: carne asada, cochinita pibil, milanesas de res, pierna de cerdo, etcétera. Hay muchas torterías por toda la ciudad, ya sea en locales cerrados o puestos callejeros. Suelen acompañarse de un refresco (gaseosa), pues ambas cosas son muy baratas.
Cuidado con la comida en la calle: En todo México nos gusta comer en puestos callejeros y en el DF más. Casi en cualquier esquina puedes encontrar tortas, tacos, elotes y muchas cosas más, pero hay que ser cauteloso. Aunque hay puestos que elaboran platillos deliciosos de forma bastante higiénica que a veces saben mejor y son más baratos que en los restaurantes. Por ejemplo, los elotes (mazorcas) con crema y chile prácticamente solo pueden encontrarse en puestos callejeros que suelen estar ubicados en jardines y plazas públicas. Vale la pena probarlos, pero pide consejo a algún local y ante cualquier duda, mejor no comas ahí. Por cierto, los elotes se comen mordiéndolos de lado y no desde la punta. Este consejo te puede salvar la dentadura.
Si no te gusta la comida mexicana, no temas: el DF es una de esas grandes ciudades del mundo donde podrás encontrar comida de cualquier otra parte del mundo. Acude a cualquier plaza comercial con una zona de comida rápida y encontrarás fácilmente comida italiana, china, japonesa, etcétera.
Sobre la bebida
Prueba el tequila y el mezcal, con moderación: igual que con la comida picante, estas bebidas son algo que debes probar, pero con cautela. Ambos son destilados del maguey (un tipo de cactus endémico), cuya diferencia radica en el proceso de elaboración y lugar de orígen. El mezcal oaxaqueño se ha popularizado últimamente por ser más artesanal y contener los famosos gusanos. Sí, son reales. El tequila pasa por un proceso industrializado de destilación y es originario de Jalisco. Ambos tienen un nivel de alcohol bastante alto.
¿Te gusta la cerveza? Estás en un buen lugar: Aunque el estereotipo diga que los mexicanos siempre tomamos tequila, en la vida cotidiana es mucho más común beber cerveza. Casi cualquier restaurante puede servirte una buena variedad de cervezas nacionales como Corona, Modelo, Indio o Pacífico. Además, últimamente ha repuntado la cerveza elaborada de forma artesanal. Para probarla como los mexicanos, pide la cerveza ’michelada’ (en un tarro escarchado con sal y limón) o ’michelada con clamato’ (jugo de tomate).
No tomes agua del grifo: aunque sea común en muchos lugares del mundo, en el DF es preferible evitarla. Lo mejor es tomar agua embotellada. Si quieres beber agua en un restaurante considera que el agua de mesa se pide como ’agua simple’ y el agua con burbujas es llamada ’agua mineral’.
No dejes de probar las ’aguas frescas’: algo muy típico en la comida mexicana es el agua elaborada con frutas. Las más comunes son de jamaica (una especie de tisana endulzada que tiene como ingrediente principal la flor de jamaica) y de horchata de arroz. Otras variantes son elaboradas con pulpa de tamarindo, naranjas, fresas, guayaba y prácticamente cualquier otra fruta. Son muy dulces, pero eso sí, muy refrescantes.
Al terminar
La propina en los restaurantes es generalmente del 10% del total del consumo y se acostumbra a dejar sobre la mesa al levantarse. En locales con terminal bancaria también puedes pedir al mesero que agregue ese porcentaje directamente a tu cuenta.
Si comes en un puesto callejero, no es común dejar propina: como la mayoría de la comida callejera es muy barata (menos de 40 pesos la comida completa, algo así como 3 euros), no es costumbre dejar propina. Claro que si aun así quieres hacerlo, nadie se opondrá.