Templo de Nuestra Señora de Fátima, belleza arquitectónica en Zacatecas
No solamente es una importante construcción religiosa de la ciudad, sino que se perfila como una de las muchas obras maestras de la arquitectura local.
Por las cualidades y detalles que comentaremos a continuación, te aconsejamos conocer a fondo el Templo de Nuestra Señora de Fátima, en la apasionante ciudad de Zacatecas. De entrada se debe mencionar que el templo se ubica en la zona sur de la ciudad y que su edificación es relativamente reciente, puesto que se comenzó a construir en 1950 y fue completada a comienzos del año 2000. El principal responsable de la construcción del Templo de Nuestra Señora de Fátima fue Dámaso Muñetón, creador de otras obras importantes, como es el caso de la segunda torre de Catedral. Ahora bien, el Templo de Nuestra Señora de Fátima exhibe lo mejor en arquitectura religiosa que engalana a la capital del estado. Tiene un estilo seudogótico y una acertada utilización de cantera naranja, misma a la que se conoce como “sangre de pichón”. Todo ello adornado con el delicado arte de los alarifes locales. El edificio tiene amplios y llamativos vitrales y su acceso principal y laterales cuentan con arcos rampantes y ojivales. La construcción está coronada por dos torres de esbelta estampa y un elevado pináculo central.Una excelente iluminación hace que el templo destaque y pueda ser admirado desde cualquier zona de la ciudad.
Una sola nave es la que tiene el templo, con una gran cúpula y dos capillas anexas, una dedicada al Sagrado Corazón de Jesús y otra a la Virgen de Guadalupe. Destaca su altar principal repleto de adornos y la fachada principal con cinco estupendas esculturas realizadas en cantera blanca obra del artista J. Felix Muro Arenas de las cuales se distingue la correspondiente a la Virgen de Fátima, misma que mide 3.65 metros de altura y tiene un peso aproximado de dos toneladas. Es así como el Templo de Nuestra Señora de Fátima en la ciudad de Zacatecas, por su elegante estructura, sus numerosos detalles arquitectónicos y su audaz propuesta estética, se ha consolidado como uno de los lugares más atrayentes de la urbe zacatecana.Los visitantes difícilmente pueden olvidar, de tan grato, sus estilizadas torres, sus magníficos torreones y su interior tan espacioso y lleno de luz.
Tanto el exterior como el interior del edificio exponen el mencionado estilo gótico y el estupendo uso que se le da a la cantera rosada zacatecana complementa y enriquece la propuesta arquitectónica que nos plantea el conjunto. No menos notables son sus vitrales de cristal chino y en la entrada principal los elegantes arcos rampantes y ojivales que luce.