Valladolid, la sultana de oriente
Situada a medio camino entre Mérida y Cancún, la colonial Valladolid es la tercera ciudad más grande de Yucatán y una buena sede desde la cual explorar la región que la circunda. Visita las ruinas mayas en Chichén Itzá y Ek’ Balam, las cuevas de Balankanché y Ría Lagartos, un pueblo costero de pescadores y una colonia de flamencos que se encuentra dentro de la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos. Valladolid está construida sobre el antiguo centro ceremonial maya de Zací. El centro de la ciudad es el Parque Francisco Cantón Rosado, donde encontrarás la Iglesia de San Servacio. En realidad son siete las iglesias coloniales ubicadas en Valladolid y la ciudad ha recibido el apodo de “Sultana de Oriente”, debido a su rico esplendor colonial.
Dirígete hacia el suroeste del parque central y la plaza principal para llegar a la Iglesia y Convento de San Bernardino de la Sierra, que data del siglo XVI. Conocido localmente como el Convento del Sisal, la Iglesia y Convento de San Bernardino es uno de los edificios coloniales más bellos en Valladolid. En el interior de la iglesia hay frescos originales y dentro de las paredes del edificio del convento, se encuentran algunos jardines y un gran cenote.
Valladolid es un lugar ideal para degustar algunos de los patillos de la cocina regional de Yucatán, incluyendo el platillo distintivo de la ciudad, lomitas de Valladolid (carne de cerdo en un caldo de tomate y ajo). Otros platillos mayas, que muy probablemente encontraremos en los menús de los restaurantes de Valladolid, incluyen longaniza (salchicha ahumada), pollo en escabeche (pollo marinado al estilo yucateco) y pavo oriental (cazuela de pavo).
Hay tres pozas subterráneas que pueden ser visitadas fácilmente desde la zona del centro de Valladolid. El Cenote Zací, el de más fácil acceso, se encuentra a tan solo unas pocas cuadras al este del parque central. Los Cenotes Dzitnup y Samulá se encuentran a varias millas hacia el oeste. Todos son aptos para un refrescante chapuzón.