En el estado de Campeche, en las cercanías del Río Bec, zona que tanto se relacionan con las portadas zoomorfas de los edificios mayas, se encuentra el yacimiento prehispánico de Hormiguero.

Cuenta con un edificio que está dividido en tres partes principales: al centro se encuentra un mascarón en el cual, a sus lados, se levantan sendas torres de esquinas redondeadas, las cuales, además, tienen escaleras inconclusas.

Tal y como sucede en Hochob, la estructura tiene una portada a modo de fauces monstruosas, las cuales se abren ferozmente.

Los mayas pensaban el acceso a este recinto, como la entrada al inframundo.

También hay que destacar la espesa vegetación que rodea al lugar, puesto que en ella pueden identificarse varias especies típicas de la región. El asentamiento maya de Hormiguero, fue descubierto por los exploradores Karl Ruppert y John Dennison, como parte de un viaje organizado por la institución Carnegie de Washington, en abril de 1933.

No obstante, no fue sino hasta 1979 cuando se comenzaron las primeras investigaciones formales en el lugar.

Gracias a estos estudios, actualmente se sabe que el periodo ocupación maya en el lugar, se dio entre los años 600 y 800 d.C.