El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Las momias de Guanajuato

Nota sobre Las momias de Guanajuato

Una de las exposiciones más macabras, pero a la vez popular se encuentra en la ciudad de Guanajuato, donde es posible conocer una serie de momias naturales (sin un proceso de embalsamamiento) que fueron desenterradas de 1865 a 1958 del panteón de Santa Paula porque, según se dice, existían adeudos que no permitían a los muertos gozar de aquel tranquilo espacio bajo la tierra.

Para sorpresa de los profanadores de tumbas, las condiciones minerales de la zona habían permitido la conservación parcial de los cuerpos, hecho que causó escalofrío y también la posibilidad de comenzar un tétrico negocio de exhibición.

Ya para el año de 1990 el número de momias era elevado, al igual que su fama, por lo que algunos curiosos comenzaron a pagar por acceder al almacén donde los cuerpos inertes se encontraban.

Poco a poco el almacén que guardaba los cadáveres fue transformado en un museo con el apoyo del gobierno estatal.

Actualmente el sitio alberga 54 momias, muchas de ellas vestidas con sus trajes típicos.

Entre las momias más famosas, se encuentra Ignacia Aguilar, señora que, según se cuenta en le museo, fue enterrada viva, por lo que su última expresión muestra un grito desesperado por intentar escapar de su cruel destino fúnebre.

Asimismo, sobresale la momia de otra mujer que falleció embarazada e, increíblemente, cuando fue descubierta, estaba acompañada por el pequeño cadáver de su hijo, el cual pasó a ser conocido (con la típica exageración mexicanca) como la momia "más pequeña del mundo".

La visita a este museo puede parecernos morbosa, y quizá sí lo sea, sin embargo las explicaciones sobre las momias nos remiten a una época distante, con tradiciones y anécdotas que son parte innegable de la historia nacional.

Recomendamos hacer todo el recorrido, incluyendo la película de introducción al museo.

Ocasionalmente hay recorridos nocturnos que se llevan a cabo cada año.

Los precios del museo son: entrada general $52 pesos, estudiantes $37, niños de 6-12 años $32, tercera edad $16, residentes: $12, personas discapacitadas $1.