Navidad en Zacatlán, Pueblo Mágico del Estado de Puebla
La Navidad es una temporada del año asociada a los lugares mágicos y las sorpresas, es un periodo en el que la infancia recuperada se hace presente y reclama un espacio en nuestras vidas, por lo menos durante esas celebraciones tan esperadas durante los meses anteriores.
Sitios que comparten esa magia singular tan propia de la Navidad son excelentes opciones de visita, lugares que se prestan para ser visitados en compañía de toda la familia por su pintoresco ambiente y numerosos atractivos. Ese es el caso del Pueblo Mágico de Zacatlán, en el Estado de Puebla.El tiempo parece marcado en Zacatlán por el avance de las manecillas de los grandes relojes que se fabrican allí desde comienzos del siglo XX.
El ambiente del pueblo es bastante sugestivo por la niebla y el frío que prevalece en buena parte del año y más aún durante las fiestas decembrinas.Si se deciden a pasar la Navidad en Zacatlán, les sugerimos pasear por la Plaza de Armas, donde se encuentra un monumental reloj adornado con flores.
Ese famoso reloj tiene dos carátulas opuestas de cinco metros de diámetro cada una. Fue instalado allí en 1986.Igualmente atractivo es el Museo de Relojería y Autómatas Alberto Olvera Hernández que atesora la fábrica de grandes relojes de la firma Centenario.
Fue la primera empresa en su tipo en Latinoamérica y su celebridad se extendió más allá de las fronteras mexicanas. La exhibición del museo incluye relojes de épocas variadas y los fines de semana se ofrece en el museo un espectáculo de autómatas que aparecen ataviados con trajes regionales.Cerca de allí se encuentra la Parroquia de San Pedro y San Pablo, edificio de cantera gris construido en el siglo XVIII.
El interior del templo es de estilo neoclásico con un blanco altar laminado en oro donde se le reza a un Cristo y varios santos patronos. Además tiene como anexo la Capilla de Guadalupe, donde se exhiben pinturas virreinales con leyendas escritas en náhuatl.No lejos del edificio sacro antes recomendado se encuentra el Conjunto Conventual Franciscano, con más de 450 años de antigüedad.
Tiene valiosas características arquitectónicas y en los muros aún se observan frescos en donde se nos mostraban escenas de la cotidianidad de indígenas y españoles en los tiempos novohispanos.Ahora bien, para quienes gusten del ecoturismo y tengan planeado pasar la Navidad en Zacatlán, Pueblo Mágico poblano, una estupenda opción de tour es el Valle de las Piedras Encimadas.
Allí grandes conglomerados rocosos se fueron moldeando con el paso de millones de años. Las rocas exhiben caprichosas formas para admirar y en los alrededores se puede practicar el ciclismo y los paseos a caballo.Otras maravillas naturales cercanos a Zacatlán son la Barranca de los Jilgueros, donde se encuentra un mirador que nos permite disfrutar del espectacular paisaje y la bella cascada de Tres Marías.
No menos maravillosa es la Cascada de San Pedro, con su caída de más de 20 metros de altura. Los fines de semana se puede practicar en ese paraje tirolesa y rappel.Por lo que se refiere a los tesoros culinarios de la región les aconsejamos degustar los tlacoyos de alverjón, los sopes bañados en queso y salsa, o bien, las deliciosas chalupas con pollo.
También son imperdibles platillos como la sopa Zacatlán, el mixiote de diversas carnes envuelto en hojas de maguey, el delicioso chile con huevo y como postre la manzana horneada cubierta con hojaldra.Finalmente tenemos la alternativa de adquirir productos locales para ofrecerlos como regalos navideños: sidras, refrescos, mermeladas y cremas.
Ahora bien, en Plaza Santa Cecilia se ubican locales comerciales de maestros artesanos en donde se ofreceb a precios muy accesibles sarapes, gabanes y figuras ornamentales elaboradas con hoja de maíz. Y para comprar alimentos frescos de la región lo mejor es visitar el Mercado Municipal Revolución. Cómo Llegar a ZacatlánPartiendo desde la Ciudad de México, se debe seguir la carretera 150, con destino a Puebla y, posteriormente, continuar por la carretera 119 con rumbo a Chignahuapan.
Dos horas de trayecto (200 kilómetros) en coche por la carreta México-Pachuca/Pachuca–Tulancingo/Tulancingo-Huauchinango.
No es lejos, pero la salida de la ciudad puede ser lenta. Aprovecha las horas de menos tráfico, es decir, temprano en la mañana o tarde en la noche.