{El zócalo de la ciudad de Oaxaca es el corazón mismo de esta capital estatal.

En esta área urbana se ubica la Catedral, una monumental construcción de las más admirables en el país, un kiosco de pintoresca estampa y elegantes portales donde se encuentran restaurantes y tiendas muy interesantes de visitar. }

Resulta especialmente grato tomar alguna de las ricas bebidas oaxaqueñas, en las mesas instaladas bajo elevados laureles en el centro de la ciudad.

Es delicioso tomar chocolate caliente, mezcal con sal de gusano y un poco de naranja y mezcal de la mejor calidad. En general, la capital oaxaqueña es una urbe provincial de grata estampa que sobresale por su oferta cultural y su grato clima.

Es comprensible por qué la UNESCO incluyó a la capital oaxaqueña en su lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Definitivamente es un sitio para no perderse.

Una de las construcciones históricas más destacadas de Oaxaca es la de los Arcos de Xochimilco.

Se trata de un acueducto que realizado entre los años 1727 y 1751. Tiene una extensión de 300 metros e incluye grandes muros de verde cantera. Los Arcos de Xochimilco inicia en la comunidad de San Felipe y concluye cerca del Templo de Carmen Alto. Existen tramos de este acueducto que exhiben un excelente estado de conservación y por ello plantean a los visitantes una opción de paseo imperdible.

También es interesante el Museo de las Culturas de Oaxaca, el cual se encuentra instalado en el Ex Convento de Santo Domingo.

Este recinto tiene 14 salas que comprenden diez mil años de historia en la región. Cuenta con materiales arqueológicos correspondientes a la cultura zapoteca y mixteca, así como también objetos pertenecientes a la tumba número 7 de Monte Albán, un verdadero tesoro integrado por adornos de jade, turquesa, plata y oro, así como también objetos de obsidiana de bella manufactura.

Cabe destacar que varias de las salas del museo manejan una propuesta interactiva muy interesante.

Joya arquitectónica de la ciudad de Oaxaca, la Iglesia de San Agustín fue construida en el siglo XVI en lo que se refiere a su templo y ex convento, aunque la actual iglesia fue edificada en el siglo XVIII.

Este templo es el más ancho de la capital oaxaqueña y no tiene campanario o cúpula. Destaca especialmente por su portada barroca y su retablo de bella manufactura. El interior de este templo católico atesora maravillas de arte sacro, como, por ejemplo, composiciones pictóricas novohispanas y nichos con esculturas de figuras religiosas.