Viajar y otras actividades para combatir el estrés
Desde yoga y ejercicio físico, hasta actividades lúdicas como videojuegos. Hay muchas formas de combatir la ansiedad y el estrés. El principio básico consiste en balancear las hormonas que intervienen en el estado del ánimo. Así mejoramos nuestra capacidad para tomar decisiones y nos recuperarnos de situaciones estresantes.
El estrés, una cuestión de balance
El estrés es normal. Nuestro día a día requiere dosis mínimas de él para alcanzar metas y compromisos.
Sin embargo, el exceso da lugar a problemas de ansiedad. Entonces hablamos de un desorden que, en el peor de los casos, requerirá tratamiento médico. Esto ocurre cuando la situación estresante supera nuestra capacidad de respuesta: la muerte de un ser querido, el acoso laboral, un accidente.
Todas estas causas se acumulan, lo que da lugar a la famosa “crisis nerviosa”. En ese proceso, aumentan los niveles de ciertas hormonas, y disminuyen los de otras. Principalmente:
- Cortisol. Se produce ante situaciones de estrés. El cortisol inyecta glucosa a la sangre; aumenta la energía permitiéndonos tomar decisiones rápidas. El problema es cuando se genera en exceso y por tiempos prolongados: aparecen los síntomas típicos del estrés, como la fatiga y el dolor de cabeza.
- Serotonina. Esta, a diferencia del cortisol, deja de producirse cuando hay estrés. Este neurotransmisor nos ayuda a sentirnos felices y motivadas. Si está ausente, al cuadro de estrés prolongado se le añade frustración, tristeza y otras alteraciones del estado de ánimo.
Actividades que reducen los niveles de estrés
Combatir el estrés significa combatir el desbalance químico.
Ocurre un juego psicológico: debemos propiciar momentos de tranquilidad y euforia que le permitan a nuestro cuerpo bajar la guardia. Así recuperaremos el control para tomar decisiones, o bien para superar los efectos de una situación estresante.
Viajar
Está más que demostrado que viajar ayuda a liberar el estrés y a aumentar la autoestima. Y más aún si lo haces por los tranquilos y pintorescos pueblos de México. Según estudios realizados en la Universidad de Calgary, viajar reduce considerablemente el riesgo de padecer patologías como la depresión. Salir de la rutina y desconectar de tus responsabilidades cotidianas es, sin duda, una terapia sin fisuras.
Ejercicio físico
Se ha demostrado que realizar actividad cardiovascular reduce el estrés. Por un lado, bajan los niveles de cortisol. Por el otro, aumenta la endorfina, un neurotransmisor que mejora el estado de ánimo.
La endorfina también funciona como analgésico natural para disminuir el dolor.
Como beneficio psicológico, hacer ejercicio brinda una sensación de realización que mejora la autoestima.
Videojuegos
Los juegos favorecen la distracción y aumentan la serotonina. En un estudio de 2017 publicado en la revista científica Elseiver, se reveló que hay una correlación positiva entre los juegos de estrategia y la autorregulación emocional.
Con internet podemos acceder a múltiples opciones de juego estratégico y entretenimiento sano. No es necesaria la descarga e instalación de programas de computador, como tampoco tener una consola de videojuegos en casa.
Alternativas, muchas. Entre ellas, juegos de casinos y apuestas online debidamente regulados. También minijuegos en Facebook y aplicaciones para teléfonos celulares.
Yoga y meditación
Está comprobado que algunas posturas de yoga reducen los niveles de cortisol. Además, el yoga promueve la producción de testosterona, hormona que interviene en el deseo sexual tanto en hombres como en mujeres.
Por otro lado, la meditación y el ejercicio con mantras (frases simples pronunciadas repetidamente) favorece la relajación. Esto da nuevas energías para afrontar la situación estresante. Y a nivel psicológico, ayuda a observar el problema desde otro punto de vista.
Tips para evitar el estrés
Procúrate una alimentación sana, rica en ingredientes como té negro, chocolate o aguacate. Estos alimentos o bien disminuyen los niveles de cortisol, o bien aumentan la producción de hormonas de la felicidad.
Practica la respiración diafragmática. Es increíble el cambio que puede generar un sencillo ejercicio de respiración. Inhala profundamente, por la nariz, y exhala por la boca lo más lento que puedas.
Ríete y piensa en tí misma de vez en cuando. No permitas que tus obligaciones te absorban por completo. Dedica tiempo a las actividades que más disfrutas, a tus amigos o familia.