Yuriria Pueblo Magico
Cuna de la primera gran obra hidráulica de América Latina, efectuada por un prodigioso arquitecto agustino a mediados del siglo XVI para combatir la malaria que asolaba a la región, Yuriria, en el estado de Guanajuato, es hoy por hoy un lugar encantador alrededor de una laguna llena de belleza e historias.
El nombre de este Pueblo Mágico fue originalmente San Pablo Yuririhapúndaro, que en lengua purépecha quiere decir "lugar del lago de sangre" por su cercanía con un cúmulo de pantanos, fértil tierra en la que se asentaron varios pueblos seminómadas que dejaron como evidencia de su paso breves sitios arqueológicos, habitaciones, piezas de cerámica, collares y piedras labradas que han sido desenterradas con el paso del tiempo.
Qué visitar en Yuriria Pueblo Mágico
Bajo la guía de la orden agustina, Yuriria se fue convirtiendo poco a poco en un importante destino para el turismo religioso. Por ello, una visita a este lugar solo se ve completa al caminar por sus casi diez templos, parroquias y capillas. El primero es, por razones obvias, el ex Convento de Yuriria, también conocido como Antiguo Convento de San Pablo. Su estilo plateresco fue diseñado por el arquitecto español Pedro del Toro, con fuertes influencias del arte tequitqui.
Este edificio posee una imponente fachada adornada con lirios coronados con conchas, que simbolizan la virtud y la castidad de los monjes agustinos. En su parte superior se yergue una estatua de San Agustín flanqueado por dos escudos: uno con un águila sobre un nopal y otro con un águila bicéfala, símbolo de la fusión de dos culturas. Los austeros claustros están orientados hacia la laguna de Yuriria, lo que les brinda una hermosa y reflexiva vista, que junto con los frescos de sus muros y los detalles nervosos del techo lo dotan de una belleza muy singular.
El paseo continúa al conocer el Templo de la Preciosa Sangre de Cristo, un Cristo negro que es copia fiel del milagroso patrón de Villa Torrijos, España, de donde lo trajo en 1640 el presbítero Fray Alonso de la Fuente para venerarlo en un hermoso recinto neoclásico de fachada de dos cuerpos, portal flanqueado por columnas dobles, y un campanario gemelo rematado por pequeñas cúpulas, construido a mediados del siglo XIX. Esta hermosa iglesia también es el hogar de las imágenes de la Purísima Concepción, la Virgen del Carmen y la Virgen de la Soledad, así como de una pintura al óleo de San Liborio.
Otro templo muy interesante es el de San Juan Bautista de Moroleón, mejor conocido como del Señor de las Esquipulitas, claramente gótico en su exterior pero de marcado estilo neoclásico en su interior, pues fue construido en la transición del México colonial al independiente.
El templo del Señor de la Salud es uno de los más antiguos, y se ha mantenido casi sin modificaciones en su estructura original. Fue mandado a construir en 1639 por Fray Alonso de la Fuente, artífice de varios recintos religiosos de la época, para venerar al Señor de la Salud, un Cristo de madera de tamaño natural que fue donado por los indígenas del Barrio de San Juan, en Salvatierra, a los de Yuriria. Es por ello que también en este templo se venera de forma importante a San Isidro Labrador, patrono de los campesinos y de los buenos temporales.
Dos capillas que no se pueden dejar de visitar son las del Santo Sepulcro, o San Antonio, y la de Santa María. La primera data de 1846 y fue levantada en cantera de un modo muy austero, al grado de que no cuenta con campanario, sino que sus campanas reposan sobre una espadaña, un muro aislado con dos o más huecos colocado sobre la fachada principal. Dentro de este recinto rectangular puede admirarse una bella cúpula, decorada con pinturas alusivas a San Gregorio, San Agustín, San Gerónimo y San Ambrosio.
Por su parte, la capilla de Santa María, a pocos pasos del embarcadero de la Laguna de Yuriria, es una discreta edificación donde se adora la imagen de Santa María del Socorro de los Pobres desde 1537, cuando llegaron los primeros evangelizadores al pueblo, por lo que se especula que esta fue la primera construcción religiosa del Pueblo Mágico.
Lo imperdible en Yuriria Pueblo Mágico
El punto más hermoso de este Pueblo Mágico es la Laguna de Yuriria, que además de su singular historia llama la atención por sus 80 kilómetros cuadrados de agua cristalina enmarcada por los cerros de los alrededores, cuya vegetación sirve como refugio a aves migratorias y como hogar a numerosas especies de fauna en riesgo de extinción.
El hecho de contener en su fondo suelos pantanosos ha convertido a esta laguna en uno de los humedales más importantes a nivel internacional. En sus aguas y sus inmediaciones subsisten especies como zorrillo, coyote, alicante, coralillo, lagartija, tlacuache, ardilla, conejo, palomas, zopilotes, gavilanes y peces de río.
Lo mejor para visitar en esta laguna son los islotes, sobre todo el de San Pedro, en el que se encuentra una capilla donde se venera al Padre Nieves, uno de los héroes de la Guerra Cristera que murió defendiendo a su pueblo el 10 de marzo de 1928.
Al sureste de Yuriria se ubica La Joya o Lago Cráter, que debe su nombre justamente a que se formó en el cráter de un volcán extinto, que la dota de un particular tono rojizo. Este lugar es hábitat de aves migratorias, como la cerceta alas verdes, el pato chalcuán americano, el pato cucharón y el pato golondrino. En los alrededores del lago, los visitantes pueden disfrutar cómodos espacios recreativos, como una ciclopista, un sendero perimetral, asadores y espacios para hermosos días de campo.
Qué comer en Yuriria Pueblo Mágico
La abundancia de lagos y los verdes campos de los alrededores de Yuriria la han dotado de una pródiga gastronomía, que incluye platillos tan disímbolos como ancas de rana, charales, mole de ardilla, tamales de cacahuate, buñuelos de viento y michi, un delicioso caldo de pescado con xoconostle.
Estas delicias pueden saborearse en los numerosos restaurantes del centro histórico y alrededores, como las Palapas La Embajada y Los Delfines, y El Monasterio, donde se preparan ricas parrilladas, mariscadas y sopas.
Qué comprar en Yuriria Pueblo Mágico
Un buen recuerdo de la presa de Yuriria es llevar una canoa de madera en miniatura, elaboradas en el pequeño taller del pescador Benito Domínguez. También, en la vecina comunidad de La Angostura se elaboran bellas artesanías de cestería de tule.