Ser una de las naciones con mayor cantidad de sitios designados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es un privilegio que México ostenta.
Con una herencia que comenzó a forjarse desde hace más de dos mil años, la arquitectura mexicana es una interesante fusión de elementos prehispánicos, coloniales –los cuales a su vez son una mezcla de aportaciones moriscas, judías y castellanas–, modas afrancesadas del siglo XIX, elementos del Art Decó, Art Noveau y diseños avant-garde propuestos por los brillantes arquitectos mexicanos Teodoro González de León, Pedro Ramírez Vázquez y Luis Barragán.Si visitas México por primera vez, la ciudad de Guanajuato es un sitio obligado.
Las estrechas y laberínticas calles de este antiguo pueblo minero te llevarán hacia el Templo de la Valenciana, un tesoro del Churrigueresco, exaltación del barroco que data del siglo XVII. También descubrirás el neoclásico Teatro Juárez y el magnífico edificio de la Universidad de Guanajuato.El sureste de México fue evangelizado por dominicos y su legado arquitectónico sigue vivo para asombrarte.
En Oaxaca templo de Santo Domingo, con su capilla cubierta de oro y plata, te invita descubrir detalles en cada esquina. Eso sí, aceptar el reto significa quedarte ahí, cautivo de su belleza todo el día. A unos pasos del templo, el centro cultural de Santo Domingo, un antiguo convento que en la actualidad es uno de los centros culturales más grandes de México, alberga la más grande colección de objetos prehispánicos y de arte colonial de Oaxaca. Aún hoy en día, algo de la tranquilidad monástica se respira en los pasillos de este bello edificio.La actividad económica y política más importante del país siempre ha tenido lugar en la ciudad de México, y ello se refleja en su arquitectura.
El Palacio de Correos, de estilo veneciano, el ecléctico Palacio de Bellas Artes y la icónica Torre Latinoamericana, el primer rascacielos de México, crean un interesante contraste en una de las esquinas más representativas del Centro Histórico.Además de conocer las ya famosas obras arquitectónicas de la capital mexicana, date tiempo para admirar otras discretas joyas, como el edificio que alberga la Casa Lamm, en la colonia Roma, y unos pasos más allá, la bohemia Casa del Poeta, donde vivió el escritor mexicano José Ramón López Velarde.
Una tarde apacible por las calles de este barrio y el de la Condesa te acercarán a la arquitectura íntima de una ciudad que sigue construyéndose.