La
Universidad Nacional Autónoma de México está reconocida como una de las mejores de Iberoamérica. Pero no es la única mención honorífica que tiene esta casa de estudios, la más antigua del continente americano. La UNESCO ha reconocido a la UNAM, en específico a su Campus central, como patrimonio cultural de la humanidad. Vale la pena conocer por que esta enorme
Ciudad Universitaria, ha merecido tan notable distinción. Justo a ese objetivo dedicaremos los siguientes párrafos. De entrada vale la pena mencionar la gran riqueza arquitectónica con la que cuenta el
Campus Principal de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La
Ciudad Universitaria se localiza al sur de la Ciudad de México, en el área del Pedregal. Donde antes había hermosos y vírgenes parajes, definidos por la piedra volcánica, se levanta actualmente la universidad más grande de México. El atractivo turístico de la
Ciudad Universitaria de la UNAM, inicia desde su entorno natural, puesto que la planeación original de su construcción, siempre buscó aprovechar y respetar estos espacios. Es importante señalar que la arquitectura de la
Ciudad Universitaria de la UNAM es una de las más relevantes de la historia de la
Ciudad de México.
En la década de 1940 se decidió cambiar las instalaciones de la
Universidad Nacional Autónoma de México, desde el centro de la ciudad hasta una nueva sede en el sur de la misma. El reto de los arquitectos era enorme, puesto que no implicaba construir un edificio, sino, en efecto, una auténtica ciudad. La planificación urbana del campus central de la
UNAM se fundamenta en la ubicación asimétrica de los edificios, plazas divididas entre sí a través de escalones, desniveles, frontones y taludes, muy a la manera de las antiguas ciudades prehispánicas. Ciertas zonas de la
Ciudad Universitaria de la
UNAM evoca perfectamente la arquitectura de Ciudades Precolombinas como
Teotihuacán o
Monte Albán.
Lo que motivó que fuera incluido este complejo arquitectónico en la lista de
Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO (el 2 de julio del 2007), fue su enorme valía artística, puesto que fue un producto de los más destacados artistas y arquitectos del México del siglo XX. Algunos de los implicados en la construcción y ornato de los edificios de la Ciudad Universitaria fueron los arquitectos Mauricio Campos, Domingo García Campos, Enrique del Moral y
Mario Pani, así como también,
Luis Barragán, Carlos Lazo,
Juan O'Gorman, Enrique Yañez,
Pedro Ramírez Vázquez, José Villagrán y
Teodoro González de León.
Como si fuera una ciudad museo, el
Campus Central de la UNAM, cuenta además, con abundantes murales y esculturas que se integran perfectamente a los monumentales edificios. Creaciones sobresalientes en este sentido resultan, por ejemplo, los
murales de
David Alfaro Siqueiros en la
Torre de Rectoría, los de
Juan O'Gorman en la
Biblioteca Central, y los de
Diego Rivera en el
Estadio Olímpico.