Casa Alvarado es la sede de la Fonoteca Nacional, una construcción del siglo XVIII edificada con detalles moriscos y andaluces, y declarado como monumento histórico por la Dirección de Monumentos Coloniales en 1932.

Casa Alvarado tiene ese nombre por una leyenda de acuerdo a la cual, el edificio fue habitado por Pedro de Alvarado.

Lo cierto es que su antigua propietaria, la arqueóloga estadounidense Zelia Nuttall, fue quien dejó que creciera la leyenda de esa finca del siglo XVIII, actualmente conocida como Casa Alvarado.

El inmueble ha sido usado para diferentes fines, como ser la sede de diferentes instancias: biblioteca de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, librería de la Secretaría de Educación Pública, sede de la Enciclopedia de México, de la Dirección de Estadística, de la Fundación Octavio Paz, entre otras más.

Desde diciembre de 1997 al mes de abril de 1998, fue la morada de Octavio Paz, el Nobel de Literatura, quien falleció en dicho lugar.

En agosto de 2004, la SEP cedió por comodato la Casa Alvarado, al Consejo Nacional Para la Cultura y las Artes, para servir de sede de la Fonoteca Nacional.

En septiembre de 2005, le fueron restituidos sus detalles arquitectónicos y colores originales. También se logró la rehabilitación de su jardín, gracias al arquitecto holandés Kees van Rooij, quien volvió a dotarlo con la flora típica de Coyoacán.

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