Referente directo de la Ciudad de México, la Catedral Metropolitana se levanta admirable en el corazón de la metrópoli más grande del mundo. La culminación de este notable edificio tomó más de tres siglos. Una gran parte de su estructura se construyó con los restos de las pirámides precolombinas. La Catedral Metropolitana es una muestra de distintos estilos artísticos y atesora anécdotas y leyendas de personajes de gran importancia en la historia de México.
La Catedral es una obra maestra arquitectónica, que exhibe la combinación de tres vertientes estéticas: la renacentista, la neoclásica y la barroca. Sus dimensiones son enormes, puesto que comprenden de más de 110 metros de largo y 55 metros de ancho. La hermosa fachada de este edificio fue terminada en los últimos años del Virreinato en México. Fue una realización del famoso arquitecto Manuel Tolsá, quien se encargó además del diseño de los campanarios.
El interior del templo católico más grande de América Latina, tiene numerosos tesoros pictográficos en sus 16 capillas. Son admirables retablos con numerosos detalles, como el magnífico Altar de los Reyes, elaborado por Jerónimo de Balbás entre los años de 1718 a 1725. Pero además, en la Catedral también existen obras de la autoría de Cristóbal de Villalpando y Juan Correa.
La Catedral Metropolitana se ha convertido en uno de los sitios más visitados en la Ciudad de México, un lugar lleno de historia en el centro del Valle de México. Si vienes de visita, no te olvides de dar un paseo por este recinto.