Ya estando en la isla Roqueta, se puede gozar de una playa de tranquilo oleaje, de un diminuto zoológico rodeado de plantas y animales y árboles y del célebre restaurante Palao, en dónde se sirven diferentes platillos de mariscos.
En la Roqueta se pueden hacer recorridos por entre la densa vegetación de la isla y así gozar de la naturaleza y la fauna de este sitio guerrerense.En últimas fechas ha ganado popularidad como destino para el buceo.
Otra recomendación para disfrutar en Acapulco, en el marco de unas vacaciones de Semana Santa, es el Fuerte de San Diego. Edificado en 1783, luego de que un movimiento telúrico destruyera la construcción anterior, el fuerte de San Diego está rodeado por un foso que hoy en día aparece seco, pero que, en su momento, fue parte relevante de esta fortaleza militar, levantada como un bastión del puerto acapulqueño, frente al acoso de los corsarios y bucaneros. En la actualidad, este Fuerte es la sede del Museo Histórico de Acapulco. Para obtener un completo panorama de la historia del lugar, basta con recorrer sus diferentes salas, como es el caso del Galeón de Manila, la del comercio con Oriente o la de la Piratería. Además, tanto la cocina como la Capilla del Fuerte de San Diego nos brindan una espléndida evocación del entorno original de aquellos días. El Fuerte puede visitarse en la Av. Costera Miguel Alemán en pleno centro de Acapulco. Una sugerencia más para conocer en Acapulco durante la Semana Santa, es la famosa Quebrada. Allí se ofrece un notable espectáculo nocturno: los importantes clavados que allí se desarrollan por las tardes, justo a la puesta del sol. Pero también se efectúan en las noches ya que los clavadistas se lanzan hasta en grupos de tres, con antorchas en la mano; para hacer aún más impresionante, su singular exhibición. Es una experiencia turística única, que recomendamos ampliamente.