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Disfrutando la vida lentamente en Colima

“Lentamente” es la palabra que mejor se relaciona con el placer.

“Comida lenta”, contrario a comida rápida, barata y producida en masa. La música lenta impregna tu piel de sensualidad. Los mejores placeres de la vida no tienen nada que ver con la vida acelerada. La ciudad capital de Colima es el prototipo de la vida lenta y deliciosa. Aquí los locales caminan plácidamente por las calles y puedes “observar el giro de las ruedas”. Un ambiente tranquilo y provincial es el contexto perfecto para pensar, planificar y recargar baterías antes de decidir regresar a casa.

Mientras caminas por el centro histórico, pon atención a los edificios antiguos; trae tu cámara y una gran tarjeta de memoria para tomar muchas fotografías.

Los últimos años del siglo XIX llevaron a México a un alto perfil debido al dictador Porfirio Díaz: artistas importantes llegaron al país, y Colima estaba lista para recibirlos.

El Teatro Hidalgo vivió días de esplendor durante esta época.

Actualmente todos los colimotas (como los habitantes locales se hacen llamar) se sienten orgullosos de esta joya arquitectónica, reconstruida después de sufrir daños durante un terremoto. El Andador Constitución es una calle peatonal donde puedes encontrar cafés, restaurantes y comprar los regalos que llevarás a casa: atractivas artesanías en cerámica, piel y textiles.

Para vivir una experiencia gastronómica real, la mejor opción es visitar los mercados.

Colima no es la excepción a la regla: en el Mercado Álvaro Obregón podrás probar frutas tropicales o platillos complejos a precios económicos. Si deseas echar un vistazo al pasado de Colima, dos edificios antiguos son los guardianes e historiadores de nuestros distinguidos visitantes. El Museo de Historia Regional es un edificio del siglo XIX que encontrarás en la esquina de las calles Miguel Hidalgo y Reforma.

Antropología, arqueología y etnografía son los principales temas del recinto.

Antiguamente un ingenio azucarero, la Hacienda de Nogueras es un hermoso tesoro que espera tu visita. Actualmente, bajo la propiedad de la Universidad de Colima, este museo te mostrará los días de gloria de la región, desde artesanías prehispánicas hasta arte católico. No puedes irte sin visitar la capilla del siglo XVI.
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