El tiempo hace una pausa, camina despacio entre casitas coloridas y meandros del río Palizada que converge en la Laguna de Términos.
Luego se dirige hacia los portales del centro, donde elige un lugar para saborear despacio, plácidamente, un rico pescado frito, mientras llegan los intensos colores del atardecer a reflejarse en las ondas de los ríos. Así es Palizada, Pueblo Mágico de Campeche, cuyo nombre se debe al corte de maderas preciosas que ahí se realizó durante mucho tiempo, para exportarse a Europa, particularmente el palo de Campeche o palo de Tinte, que hoy se utiliza para crear hermosos objetos artesanales.En Palizada es necesario dejar de mirar el reloj y abrir los sentidos.
El centro y sus calles aledañas nos muestran una arquitectura vernácula, tropical, con tejados rojos y casas con fachadas victorianas pintadas de alegres colores. En los portales del centro es donde transcurre la vida social de este Pueblo Mágico, y donde se pueden saborear deliciosos pescados fritos.Pasear por sus parques te puede traer gratas sorpresas, por ejemplo, el parque de la Libertad con su réplica de la estatua de la libertad de Nueva York y el parque principal dedicado a Benito Juárez, o el de la Madre, que también rinde homenaje a la mujer procreadora.
Pero el monumento más importante es la Iglesia de San Joaquín en honor al patrón de la ciudad.Un paseo en lancha por el Río Palizada nos permitirá admirar la riqueza natural de la zona.
Es uno de los mejores recorridos en México para el avistamiento de aves. Al norte de Palizada también se puede realizar una excursión a un criadero de cocodrilos, donde también se dejan ver algunos monos saraguatos. En general, Palizada es un sitio donde la naturaleza llenará tus sentidos con intensos colores y misteriosos sonidos.