Una porción de la Laguna de los Siete Colores- maravilla silvestre del Pueblo Mágico de Bacalar que abarca unos 10 km de longitud-, ha recuperado ese singular cromatismo azulado que tan célebre han hecho a este cuerpo acuático en todo el mundo maya.
Tal recuperación ecológica se ha desarrollado de un modo paulatino que se ha llevado a cabo desde distintas zonas de la laguna y hacia el centro de la misma.
Actualmente los visitantes hallarán en esa área de la laguna una tonalidad esmeralda de gran belleza.
Esta depuración progresiva de la estabilidad ecológica de la Laguna de los Siete Colores, nos indica que, siempre teniendo las debidas precauciones sanitarias que la pandemia de Covid 19 amerita, ha llegado el tiempo de volver a Bacalar para fines turísticos.
Cabe destacar que esta popular laguna, uno de los principales focos turísticos del mundo maya, forma parte de un complejo lagunar que tiene aproximadamente cuarenta kilómetros de extensión. En toda esta zona geográfica pueden hallarse sin problemas centros de alojamiento de rústico estilo y lujosas residencias.
En las vacaciones y días festivos estos centros de alojamiento suelen hallarse muy concurridos, aunque todo ello ha cambiado negativamente por la pandemia de Covid 19.
El equilibrio ecológico de la Laguna de Bacalar
A partir de junio del año anterior, a consecuencia de diversos escurrimientos originados por las lluvias, grandes acumulaciones de materia orgánica polucionaron la Laguna de los Siete Colores. Todo ello alteró la belleza cromática de sus aguas y en poco tiempo disminuyo la afluencia de turistas en la zona.
Es por lo anterior que la progresiva recuperación de la pureza en las aguas de la Laguna se presenta como una noticia muy positiva para el medio turístico caribeño.
Actualmente, esa zona de la Laguna de Bacalar, la que ha recuperado sus atractivas tonalidades, se extiende desde el canal de Los Rápidos hasta la zona donde se encuentra un conocido centro de alojamiento de la zona.
Poco a poco los visitantes están regresando a la Laguna de los Siete Colores. Hoy por hoy suelen observarse allí numerosas lanchas y otras clases de embarcaciones para desarrollar paseos y actividades náuticas.
Definitivamente es tiempo de volver a Bacalar. Acudir a la Laguna de los Siete Colores- ahora que ha recuperado en buena medida su equilibrio ecológico-, es una manera excelente de conocer la propuesta turística local. Tomar unas vacaciones en este Pueblo Mágico de Quintana Roo es una magnífica opción en la actualidad, pero siempre tomando las medidas de higiene indispensables para evitar los contagios del nuevo coronavirus.
De unos años a la fecha las condiciones naturales de la Laguna de los Siete Colores han mejorado bastante. No hace mucho una porción de este cuerpo de agua ha recobrado sus características tonalidades, esas que cautivan al máximo a los visitantes. Tal fenómeno se presenta como un indicio de que ha llegado el momento de volver a Bacalar en plan turístico.