Que no les extrañe que cada vez que recorran Ciudad de México queden maravillados por sus impresionantes edificaciones que engalanan los lugares en donde se sitúan. Son construcciones realizadas en distintas épocas, ostentadoras de múltiples estilos arquitectónicos y todas con asombrosas historias que contribuyen a sus leyendas.
En el Paseo de los Tamarindos descubrimos a la Torre Arcos Bosques, la cual fue bautizada popularmente como “El Pantalón” por su peculiar estructura en forma de “H”. Este rascacielos corporativo no solo sorprende por esta característica, sino también por sus más de 160 metros de altura. Los mexicanos consideran que es un símbolo de modernidad para su ciudad. Ana María López, especialista en decoración minimalista y colaboradora en SweetestHome, asegura que “el secreto de la majestuosidad de este edificio reside en los materiales empleados, prevaleciendo el cristal, el aluminio y el concreto blanco reforzado. Tranquilamente puede competir con los mejores rascacielos europeos”.
Si quisieran visitar recintos que albergan obras vinculadas a la pintura, a la escultura, a la música y las demás artes, en Ciudad de México hallaremos los sitios ideales. Es el caso del esplendoroso Museo Soumaya. Ubicado en la Plaza Carso, este museo inaugurado en 2011 es hogar de la envidiable colección Carlos Slim, con más de 70 piezas artísticas de donde se resaltan las obras de Diego Rivera, Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir, El Greco, entre otros. Y si gustan dar un paseo por lo clásico, el inconmensurable Palacio de Bellas Artes es un lugar que ninguna persona debería ignorar si se encuentran en Ciudad de México. Su construcción se inició en 1904 a petición del presidente Portifio Díaz pero sufrió algunas interrupciones por distintas razones, siendo la más relevante el estallido de la Revolución mexicana. Por sus suntuosos ambientes han desfilado artistas de la más alta calidad, provenientes de todas las latitudes. Probablemente, el Palacio de Bellas Artes sea el recinto artístico-cultural más célebre y referenciado de Ciudad de México.
Finalmente, el magnífico Palacio Nacional no se escapa de nuestra lista. Su estilo colonial, sus imponentes ventanas, sus ambientes trabajados con piedra, aunque demasiado admirables, no son las únicas atracciones. Parte fundamental de su belleza y valor simbólico reside en los murales realizados por Diego Rivera que retratan pasajes cruciales de la historia mexicana. Además, debe de recordarse que esta opulencia arquitectónica comenzó a construirse sobre los restos del palacio de Moctezuma Xocoyotzin por mandato de Hernán Cortés en 1522, quien la utilizó como segunda residencia.
Además de la Torre Arcos Bosques, el Museo Soumaya, el Palacio de Bellas Artes y el Palacio Nacional, entran en esta lista el Conjunto Habitacional Tlatelolco, la Librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica, la Torre Virreyes y el Gran Hotel. Definitivamente, si están de paso por Ciudad de México no hay excusa para eludir la visita a estas deslumbrantes edificaciones. Hay para todos los gustos.