Se trata de una de las zonas urbanas más representativas de la Ciudad de México, un barrio colmado de historia y tradiciones. Y si bien son miles de personas las que cotidianamente transitan por referentes urbanos como la avenida Álvaro Obregón o monumentos como la Fuente de Cibeles, en realidad pocas de ellas se han preguntado acerca de sus principales antecedentes y los avatares relacionados con su desarrollo a lo largo del tiempo.
En lo que sigue comentaremos con más detalle acerca de la Colonia Roma de la capital mexicana y su fascinante historia.
Vivir en la Colonia Roma no es como vivir en cualquier otro barrio de la antigua Tenochtitlan. Se trata de un espacio metropolitano más que paradigmático, lleno de mágicos rincones que vale la pena conocer, llevando a cabo una aproximación valiosa- aunque sea somera- a su particular estilo de vida.
Un aspecto especialmente interesante acerca de la Colonia Roma tiene que ver con la nomenclatura de las principales calles que tiene. De acuerdo con lo referido por algunos expertos en el tema, las avenidas de la Colonia Roma tienen sus nombres actuales por las giras realizadas por el célebre Circo Teatro Olguín, mismo que incluía en su elenco de estrellas al famoso payaso Richard Bell.
Este popular circo, además de recorrer las distintas zonas de la capital mexicana, cada medio año ofrecía varias presentaciones en el interior del país, todas ellas con una gran convocatoria.
Se sabe que fue en Tuxpan, Zacatecas u Orizaba donde más éxito tuvo el mencionado teatro circense. Y por ello las calles y avenidas de la Colonia Toma tienen justamente esos nombres.
Más allá del rumor anterior, los orígenes de este atractivo barrio se remontan a inicios del siglo pasado, cuando la zona, no se llamaba La Roma, sino “Romita”. Según lo que refieren algunas crónicas de aquel tiempo, era un área bastante desolada, con numerosos potreros y viviendas sin habitar. Numerosos obreros tenían allí su casa, en un ambiente más bien agreste.
No obstante, la planificación urbana de la actual Colonia Roma, comenzó su gestación en 1903, cuando Pedro Lascuráin, connotado político de ese tiempo, compró varios terrenos en los Potreros de la Romita (justamente de allí viene el nombre que tiene este Barrio Mágico)
En esos lotes inició la edificación de un fraccionamiento alejado de la concentración de habitantes del Zócalo capitalino.
El objetivo de Lascuráin era que las familias adineradas de la Ciudad de México vivieran cómodamente y sin tener contacto con las humildes colonias cercanas al centro histórico de la capital.
Ya cuando corría la década de 1920, la Roma se perfilaba como un espacio urbano que concentraba a familias de abolengo que procedían de distintos grupos culturales y con la mejor posición social.
También desde ese entonces ya descollaba por sus viviendas y edificios con numerosas muestras arquitectónicas estilo Art Déco, Art Nouveau y ecléctico.
Luego del gran terremoto que afectó tanto a la CDMX en 1985, la Colonia Roma experimentó drásticas transformaciones. Especialmente en calles como Colima, Tonalá y Álvaro Obregón se presentaron derrumbes y daños en las viviendas. Luego de ello varias familias decidieron abandonar la zona.
Afortunadamente en décadas recientes este notable barrio ha experimentado un auténtico renacimiento. Ha recuperado su dinamismo urbano, su esplendor arquitectónico, además de ser objeto de una positiva modernización.
Por otra parte, la Colonia Roma se ha transformado en uno de los centros culturales más relevantes de la CDMX. Para comprender hasta qué punto ello ha sucedido basta con saber que en este barrio han habitado famosas personalidades del arte y la literatura como, por ejemplo, Sergio Pitol, William Burroughs, Pita Amor, Fernando del Paso, Jack Kerouac y Leonora Carrington.
En sus calles y avenidas es sencillo hallar importantes centros culturales y galerías de arte.
En nuestros días resulta especialmente atractivo comprar vivienda en la Colonia Roma. Es inconfundible la elegante arquitectura de esta zona urbana, misma que tuvo un gran crecimiento durante el Porfiriato. Precisamente por ello, fueron edificadas allí numerosas viviendas con arquitectura europea y suntuosas casonas que evocan célebres construcciones del Viejo Continente, como la parisina Catedral de Notre Dame.
Por su elegante estampa y su enorme valía histórica, la Colonia Roma ha inspirado películas, obras literarias, colecciones de fotografías, poemas, etc. Todo ello aumenta el atractivo particular de este Barrio Mágico de la CDMX.