En el municipio de Ocosingo, Chiapas, en el corazón de la Selva Lacandona, se sitúa la Reserva de la Biósfera Lacantún, un espacio que resguarda alrededor de 61 mil hectáreas habitadas por más de 60 por ciento de las especies terrestres del país. Se puede acceder a ella a través del majestuoso río Usumacinta. Esta área de clima tropical colinda al oeste con Montes Azules, maravilla natural compuesta por cascadas, ríos, lagunas y hasta una zona arqueológica, Yaxchilán. Montes Azules alberga los arboles más altos de México (de hasta 90 metros de altura) y el mayor complejo de caobas, así como grandes extensiones de selva, bosques y muchos ecosistemas más.
Lacantún, Área Natural Protegida desde 1992, es hábitat de especies endémicas en peligro de extinción como el tapir, nutria de río, jaguar, ocelote, tigrillo, tlacuache lanudo, mono araña, sarahuato, colibríes, guacamaya roja, águila arpía, cojolite, tucán de collar, tucán real, cocodrilo de pantano, cocodrilo de río y tortuga blanca
Gracias a los ríos que atraviesan Montes Azules, como Jataté y Lacanjá, Lacantún y las lagunas Miramar, Ocotal, El Suspiro y Yanqui pertenecen a la región hidrológica más extensa del país. El Usumacinta, uno de los ríos más rápidos de México, invita a navegar sus aguas llenas de rápidos y pequeñas cataratas que sólo los kayakistas expertos se atreven a retar. El río tiene rápidos de clase II, VI y V, es decir, de moderados a muy fuertes.