La creación en barro tiene una larga tradición en el marco de la historia artesanal de México.
En casi todas las entidades mexicanas se ha cultivado la alfarería. En algunos de estos sitios han sido encontradas piezas que datan de hace más de tres milenios. En nuestros días se siguen produciendo artesanías en barro con propósitos utilitarios o de ornato. Sin embargo, de entre todas las regiones de México, Oaxaca puede ser considerado como el corazón de la alfarería nacional. No obstante, hay que tomar en cuenta que no todo el barro es idéntico: hay variedades de tal material y esa misma diversidad es el crisol de diferentes creaciones artesanales. Por ejemplo, tomemos el caso de San Bartolo Coyotepec, comunidad que se encuentra a sólo 12 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. En este sitio existe un tipo particular de barro de color negro y con una suave textura, muy celebrado a nivel internacional. Basta con dar un paseo por las calles de San Bartolo Coyotepec, para que los artesanos zapotecas, de manera amable y sincera, nos inviten a pasar al interior de sus talleres para contemplar la manera en la que trabajan sus creaciones de barro negro. Destaca el acabado brillante y de gran lisura que tienen estas magníficas artesanías, sin duda un lujo ornamental para cualquier hogar.Otra tradicional artesanía oaxaqueña es la de los alebrijes, es decir, fantásticas criaturas del imaginario popular de la provincia mexicana, que combinan en sí partes de animales distintos, en asombrosas combinaciones.
El sitio en donde se elaboran artesanalmente los alebrijes más vistosos es San Martín Tilcajete, pueblo ubicado a 23 kilómetros de la capital oaxaqueña.Imposible dejar de mencionar la importancia que tienen, los textiles artesanales del estado de Oaxaca.
Ostentan tan bella y admirable manufactura, que sirven de distintivo cultural para diferentes regiones y localidades en el territorio oaxaqueño. De hecho, existe en Oaxaca un interesante museo dedicado a esta valiosa forma artesanal. Se trata del Museo Textil de Oaxaca, en donde se exhibe una colección de piezas nacionales y tejidos provenientes de distintas naciones. El museo en cuestión se localiza en una gran casona del siglo XVIII. En este recinto cultural, además de las exposiciones que se montan y de la continua difusión que se desarrolla de la artesanía textil oaxaqueña, se realizan trabajos de restauración, actividades recreativas y venta de artesanías en su completa tienda.