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Los caudillos de la Revolución Mexicana (1)

Hablar de un episodio tan importante para la historia de la nación mexicana como la Revolución, es hacerlo acerca de los caudillos que encabezaron los diferentes grupos y fuerzas en pugna durante la lucha por la libertad, diferentes ideales y modelos sociales y el control del país.

A continuación comentaremos algunos de los eventos más importantes protagonizados por los grandes nombres de las gestas revolucionarias, los grandes caudillos que definieron el rumbo de esta enorme confrontación social que marcó a México para siempre.

Hacia 1910 un joven hacendado con grandes ideales políticos, Francisco I.

Madero, se manifestó en contra de la reelección número siete del entonces presidente Porfirio Díaz. Cuando el régimen encabezado por este último alteró las elecciones para su conveniencia, Madero llamó a las armas a la población mexicana. El movimiento revolucionario que se desarrolló posteriormente, aglutino sectores como el campesinado y progresistas urbanos de la clase media. A final de cuentas el veterano militar tuvo que dejar la silla presidencial y exiliarse en Europa.

A la postre Madero fue elegido como presidente pero no fue capaz de solucionar las demandas populares que solicitaban una reforma agraria y una mayor democratización del régimen.

En el estado de Morelos, Emiliano Zapata, otro de los grandes caudillos de la Revolución Mexicana, encabezó una revuelta de campesinos que tuvieron que abandonar sus cultivos propios para dedicarse a las plantaciones de azúcar de acaudalados hacendados.

Pero Madero y Zapata no cayó a manos de los campesinos sino por una traición fraguada por militares a instancias de Victoriano Huerta.

Madero fue asesinado por este último en 1913. A continuación Huerta instauró un régimen nada popular que lo único que consiguió fue aglutinar en su contra a todas las fuerzas opositoras. Fue entonces que Emiliano Zapata unió sus fuerzas con otro famoso caudillo de la Revolución Mexicana, Doroteo Arango mejor conocido como Pancho Villa, que había armado un respetable ejército en los llanos chihuahuenses.

En una segunda etapa del movimiento revolucionario Zapata, Villa y otros caudillos de la Revolución Mexicana defendieron la constitución vencieron a Huerta y desmantelaron las fuerzas militares.

Pero Villa y Zapata no toleraban ninguna clase de autoritarismo y por ello veían con malos ojos el proceder de su líder, el hacendado Venustiano Carranza, caudillo revolucionario orientado más a la faceta política del movimiento. Por este motivo la convención de Aguascalientes no logró su cometido de traer la paz entre los diferentes jefes y ejércitos en confrontación.

En una tercera fase de la confrontación revolucionaria, cruenta guerra civil en el territorio nacional, el militar más cercano a Carranza, el general Álvaro Obregón, venció a Pancho Villa y lo orillo a transformarse en proscrito.

Zapata y otros notables caudillos de la Revolución Mexicana trataron de seguir con la lucha por la tierra y libertad, pero con el tiempo se hizo patente que Carranza había sido el vencedor. Fue entonces que en 1917 fue promulgada una nueva constitución de radical orientación.
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