Llegar a Patamban, pueblo del estado de Michoacán, es arribar a un entorno de montañas, frío y caminos de terracería.
Es una ruta desgastadora y larga, pero que realmente vale la pena, por las riquezas naturales y culturales que uno halla en este típico poblado de la provincia mexicana.Una de las fechas más relevantes del año- para los michoacanos y el turismo nacional e internacional que los visita- es la la fiesta de Cristo Rey.
Y es que, como parte de las celebraciones que se realizan en este lugar, se incluye una hermosa tradición que goza de la admiración y reconocimiento mundial: los tapetes florales de PatambanPero antes de ello, también se efectúa un vistoso certamen de alfarería.
Las familias del pueblo se dan cita en la plaza principal, llevando canastas y cajones repletos de las más variadas piezas de barro. De esta manera los artesanos de Patamban dan a conocer sus admirables cerámicas, creadas a partir de técnicas ancestrales, las cuales dotan a estas creaciones de suma belleza y calidad. Esta actividad se complementa con una simpática versión infantil del mismo evento: los niños del pueblo realizan sus particulares creaciones, pequeñas ollas, jarrones y figurillas, y es loable ver la manera en la que se entusiasman en tan noble y tradicional practica.Finalmente, el último domingo de Octubre, los habitantes de Patamban trazan en las calles principales una ruta de líneas de cal, hasta completar un pasillo de 60 centímetros de ancho.
Tal espacio es el marco en donde se exponen los bellos tapetes florales que le han dado fama a este pueblo michoacano.Luego de colocar una capa de aserrín- con colorantes artificiales- en el pasillo mencionado, los artistas de Patamban dan rienda suelta a su creatividad elaborando con flores naturales de la región complejos patrones y figuras abstractas de gran hermosura.
Es sorprendente la manera en la que el suelo del pueblo, se transforma en una fiesta de color y fragancias, a través de un caleidoscopio de pétalos de margarita, bugambilia, cempazuchitl y muchas otras variedades de flores. Los patambenses también se valen, para la elaboración de sus tapetes multicolores, de flores completas, como el arete, campanita, gladiola y ave del paraíso, o bien, de frutas y semillas, como el aguacate, el trigo y el maíz, entre varias otras.Al final del día se organiza una procesión religiosa y una solemne misa, tras la cual, se antoja probar los deliciosos antojitos que se preparan en Patamban, en especial su célebre pan, una delicia culinaria que realmente vale la pena degustar.