Malinalco, en el estado de México, por sus riquezas históricas, arquitectónicas y naturales, genera una curiosa vivencia cuando se le visita. Y así, aunque se encuentre relativamente cerca de la Ciudad de México (1 hora 41 minutos de viaje por carretera), parecería que se encuentra aún más distante por lo tranquilo y apacible que se presenta su entorno. En efecto, protegido por una naturaleza profusa y siglos de historia y cultura, Malinalco tiene su propio espacio y tiempo.

En un precioso valle de vegetación siempre verde, al pie de altas montañas, se ubica el Pueblo Mágico de Malinalco.

Es un sitio muy especial, de calles empedradas y casas de varios colores, construidas con adobe y muchos sueños. El rural ambiente que tiene y la paz que se respira allí, lo hacen un destino ideal para la relajación y el descanso.

Las calles de Malinalco están definidas por las muchas flores que crecen en los muros de las casonas coloniales y los varios templos novohispanos que engalanan el lugar.

Estos últimos y el extraordinario sitio arqueológico que se ubica en el cercano cerro de los ídolos, hacen que los turistas tengan un auténtico viaje al pasado de nuestra nación, cada que se visita Malinalco.