En la Huasteca Potosina, enclavado en el Municipio de Aquismón, se encuentra uno de los abismos más grandes del mundo, con una profundidad de 512 metros y una boca de 55 metros, ofreciendo uno de los espectáculos mas increíbles presenciados por los ojos del hombre: El Sótano de las Golondrinas.
Al amanecer abandonan el sitio y al caer la tarde, miles de aves, entre vencejos (de la familia de las Golondrinas) y pericos, sobrevuelan el sitio en majestuoso ritual, en forma de espiral. Raudas como flechas, las parvadas penetran en picada y producen un ruido ensordecedor, buscando sus nidos en las majestuosas paredes de roca caliza.
Esta maravilla natural, paraíso para los que indagan en las cavernas por deporte o por curiosidad científica, ofrece la más espectacular aurora, cruzada de miles de alas. Al caer el sol, en singular vuelo, las parvadas penetran al sótano, su hogar, y duermen al amparo natural de la gruta, preparándose para reiniciar el rito: un nuevo amanecer.
De acuerdo con numerosos espeleólogos, el Sótano de las Golondrinas, descubierto en 1967, es uno de los abismos subterráneos más hermosos del mundo y el sexto más profundo. Debido a la la bioidiversidad que resguarda y a sus cualidades geológicas, es parte de una Área Natural Protegida que también considera a las Cuevas de Mantetzulel y la Hoya de las Guaguas (casi tan impresionante que el Sótano de las Golondrinas), en el municipio de Aquismón, y a la de las Cuevas Sagradas del Viento y de la Fertilidad, en el municipio de Huhuetlán.