El Estado de México es un foco de interés turístico de primer orden. Algunos de los aspectos que lo hacen tan interesante son, por ejemplo, su entorno silvestre generoso en bellos santuarios ecoturísticos, sus muchos tesoros arquitectónicos, sus variadas tradiciones artesanales y por supuesto, su fascinante gastronomía.
Quienes acostumbran pasear por el Estado de México muy probablemente sean testigos de sus delicias culinarias. Por ejemplo, en San Martín de las Pirámides, Malinalco y Acolman se preparan ricos tacos placeros; en la Marquesa se tiene la oportunidad de saborear conejo adobado, mientras que en la comunidad de Tenancingo lo más recomendable es saborear los tacos de obispo acompañados de salsa verde. Quienes visiten Ocoyoacac no se pueden perder las tortas de haba y en Toluca lo más imperdible es el platillo que les comentaremos a continuación.
Barbacoa, pancita, guisados variados con carne de puerco, los ricos tamales de charal, etc. Todo ello es parte de la multifacética gastronomía del Estado de México. No hay que olvidar platillos exóticos preparados con acociles, chapulines y escamoles.
Muchos de los platillos más representativos de la cocina mexiquense revelan la riqueza de cultivos que en su territorio se lleva a cabo. No es complicado hallar deliciosas especialidades que incluyen frijol, maíz, legumbres y frutas. Y en efecto, quienes se interesen por las principales creaciones culinarias del Estado de México, hallarán una gran variedad de bocadillos preparados con ingredientes como el conejo, pollo, barbacoa, habas, garbanzo, frijoles, queso y en especial la longaniza y el chorizo.
Precisamente, con este último embutido se preparan las deliciosas tortas de chorizo estilo Estado de México.
1 libra de� Chorizo
Lechuga
Aguacate
Cebolla
Jitomate
En primer lugar se guisa el chorizo y cuando esté perfectamente preparado se coloca en un bolillo suave cortado con antelación, y con mantequilla untada. En caso de no contar con una plancha para calentar las tortas, se puede utilizar un comal con fuego a baja intensidad. Estando el bolillo bien dorado se le añade el chorizo, la lechuga, el jitomate, la cebolla y el aguacate. Como complemento nada mejor que una salsa roja de chile de árbol y tomate. De no tener a la mano esta última, pueden añadirse rajas de chile jalapeño y todo está listo para gozar de esta delicia de la cocina mexiquense.