La República Mexicana tiene un panorama geográfico muy diverso.
En las distintas partes del país hay variados ecosistemas: zonas montañosas, densas selvas, manglares, exóticas playas y vastos desiertos. En las distintas partes del país se pueden realizar actividades relacionadas con las vivencias extremas y las aventuras al aire libre. Por lo que se refiere a los desiertos, en las líneas que siguen comentaremos cuáles son algunos de los que tienen mayor potencial turístico en el país.Estados del territorio nacional como San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua tienen formidables zonas desérticas siempre fascinantes de visitar.
En especial en la entidad chihuahuense se hallará el desierto de mayor tamaño en toda América del Norte. Emprender atractivos circuitos por América nos da valiosas oportunidades para explorar la riqueza natural del planeta, algo que les recomendamos experimentar de primera mano, siempre que tengan la adecuada oportunidad y los medios financieros suficientes. Hablando del desierto chihuahuense, allí se encuentra una zona que en años recientes ha sido un imán turístico para numerosos viajeros. Se trata de las Dunas de Salamayuca, un espacio propicio para el ecoturismo y la aventura. Las panorámicas que se tienen disponibles al estar en este silvestre paraje son tan impresionantes que se quedan grabados en la memoria de manera permanente. También destaca como un lugar propicio para recorrer en cuatrimoto, en vehículos todo terreno o para ejercitarse en el sandboarding.Es tiempo de comentar acerca de lo que nos ofrece el desierto de Sonora para gozar en plan turístico.
Incluye zonas naturales tan interesantes como el Gran Desierto de Altar y la Reserva El Pinacate, las cuales son de enorme relevancia para la biodiversidad de la región. No menos valioso es admirar auténticas maravillas en esta parte de México, como colosales cráteres, dunas con caprichosas formas y cactus con una altura cercana a los 20 metros. Los viajes a México en circuito nos dan la mejor ocasión de conocer sitios como el Desierto del Vizcaíno, en la península de Baja California, una zona natural que está incluida en la reserva homónima y que destaca por servir de hábitat a importantes especies de plantas y animales casi imposibles de hallar en otro paraje de la nación. Por lo demás, esta zona desértica no solo cuenta con dunas de extrañas formas, sino también con áreas montañosas de enorme interés ecoturístico, como la Sierra de San Borja, la Sierra de San Francisco y el Volcán Tres Vírgenes.Un lugar turístico también relevante- que colinda con el mencionado desierto y que también forma parte de la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno- es el Santuario de la Ballena Gris.
En este rincón costero se pueden avistar cetáceos de impresionante estampa. Estos mamíferos marinos acuden a las aguas de la región para reproducirse entre los meses de diciembre y marzo. Observar a las ballenas saltando y jugando en las olas es de esas vivencias turísticas que vale la pena atesorar por siempre.Visiten desiertos mexicanos como los mencionados en compañía de los amigos o de la familia.
Es una garantía de satisfacción viajera y una eficiente vía de concientización acerca del cuidado que ameritan los espacios silvestres del país.