El Santuario del Santo Señor de Chalma es uno de tantos lugares en el territorio nacional en donde se hace patente la religiosidad del mexicano.

Como veremos en lo que sigue, se da una especial continuidad entre el culto que se hacía a los dioses en ciertos lugares del México prehispánico, con la veneración que en estos mismos sitios se hace- incluso hasta nuestros días-, de ciertas figuras católicas.

Por esa misma razón, en Chalma y otros importantes santuarios se percibe un ambiente muy especial, a medio camino entre el atavismo, el misticismo y el deseo de trascendencia.

Conozcamos más entonces del Santuario Señor de Chalma.

Viajar al territorio mexiquense y conocer la célebre imagen que se venera en el Santuario de Chalma, es una experiencia única en muchos sentidos.

Año con año arriban allí numerosos peregrinos para bañarse en el manantial local y para vestirse de flores en un ambiente mágico.

Se cuenta que en 1537 dos frailes agustinos que evangelizaban la zona, tomaron conocimiento que, en una cueva próxima a Chalma, se veneraba al dios prehispánico Oxtotéotl, realizando sacrificios humanos.

Ellos entonces motivaron a los indígenas de la región a dejar este culto y acercarse al catolicismo. Pocos días después, apareció milagrosamente en la cueva la imagen que actualmente se venera en el santuario.

Del conjunto del convento y el santuario de Chalma cabe decir que es escénico y ofrece una admirable estampa.

Tiene una vistosa cúpula, aperaltada y esbelta, además de una fachada estilo neoclásico. En el interior del templo y especialmente en la sacristía se ubican excelentes pinturas dedicadas a la Pasión de Cristo, la aparición del Señor de Chalma y Santa María Egipciaca.

A Chalma llegan peregrinos no solamente de México sino de estados como Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Querétaro y algunas naciones de América Central.

Hay dos principales tradiciones con relación al santuario: una es la de acudir a Chalma a bailar como parte del ritual de los peregrinos y también, bañarse en el manantial que brota de un gran ahuehuete que se levanta en el pueblo.

No es casualidad que además de proyectarse como uno de los lugares de culto más importantes del territorio mexicano, Chalma exhiba además un gran atractivo turístico.

Es un lugar pintoresco de grato ambiente provincial en donde destaca su colorido mercado, su espectacular ahuehuete, y una deliciosa gastronomía. Chalma es un pueblo que, en cierto modo, conjunta todos los atractivos particulares de los ambientes rurales de nuestro México. Excelente destino de fin de semana, Chalma es también un lugar para gozar del turismo religioso. Nos permite acercarnos a lo más puro de la fe y el misticismo de nuestra idiosincrasia nacional.