El Parque Nacional Bosencheve, es una recomendación inicial muy afortunada.
Para llegar a esta reserva ecológica, partiendo desde Valle de Bravo, se debe tomar la carretera Valle de Bravo-Villa Victoria y al llegar a cierto monumento, luego de unos 30 minutos de marcha, se da la vuelta a la izquierda, con rumbo a Zitácuaro, en la carretera 15. Para finalizar la ruta, hay que tomar una desviación final también hacia la izquierda. De esta manera se arriba al puerto de Bosencheve, justo en el paso entre dos montañas. El parque de Bosencheve comprende unas 15,000 hectáreas y se levanta a unos 2,900 sobre el nivel del mar. Es un sitio que carece de toda infraestructura turística, pero que, en cambio se perfila como estupendo para la pesca de carpa y de mojarra y para la contemplación de hermosos paisajes silvestres.Otro lugar muy aconsejable para conocer en el marco de unas vacaciones en Avándaro, es Donato Guerra, una población ubicada saliendo de Villa de Allende, siguiendo la carretera 2 con rumbo al sur, durante unos 20 kilómetros.
Se trata de una comunidad provincial, con muchos tesoros arquitectónicos coloniales dignos de verse. Por ejemplo, en la plaza principal del pueblo, aparece el Templo de la Asunción, edificio sacro del siglo XVII. También interesantes y cercanos, son parajes como El Salto una cascada de medianas dimensiones y un diminuto manantial de sulfurosa corriente.Otras dos recomendaciones para visitar durante una estadía en Avándaro, son el Parque Villa de Allende, estupendo para hacer campamentos y para adquirir valiosas artesanías creadas por los indígenas mazahuas, como por ejemplo, manteles, carpetas, morrales y blusas.
La otra sugerencia mencionada, para visitar cerca de Avándaro, es la comunidad de Tejupilco, fundada por la etnia matlatzinca y en donde se pueden observar varios vestigios prehispánicos. Los alrededores de este pueblo mexiquense son muy bellos, por las abundantes huertas que allí crecen.