Los tesoros arqueológicos del Estado de Guerrero son todavía poco conocidos, con relación a los de otros Estados de la República Mexicana. Entre otras causas, esto se explica por las pocas investigaciones que se han efectuado en Guerrero, aún cuando los vestigios arqueológicos que existen en la entidad son muchos y muy variados. Huellas de la presencia humana en territorio guerrerense se remontan hasta hace casi 3 milenios de antigüedad. Esto lo hacen patente los asentamientos humanos que se han hallado desde Bahía de Acapulco, hasta Puerto Marqués. Los habitantes de estas comunidades prehispánicas, sin tener conocimientos de la cerámica, usaban instrumentos de tipo lítico y su alimentación cotidiana se basaba principalmente en productos del mar.
Más adelante surgirían sitios como Ixcateopan. En la actualidad puede visitarse este yacimiento en la comunidad guerrerense del mismo nombre, aunque se sólo de manera parcial, puesto que se ha perdido mucho de él, debido a la construcción de una calle y los saqueos de los cuales ha sido objeto para obtener piedras para mampostería. En nuestros días, de Ixcateopan perdura su área cívico-religiosa, la cual está integrada por varios recintos y espacios abiertos, en donde se observan restos de estuco color rojo en los pisos.
Desde el Pueblo Mágico de Taxco se avanza con rumbo al oeste unos 30 kilómetros, hasta llegar a la comunidad de Ixcateopan. El sitio arqueológico se localiza en las afueras de dicha localidad, junto al cementerio de la zona. También se puede llegar saliendo de Iguala tomando la carretera número 51 con rumbo a Teloloapan y luego tomando el desvío hacia la comunidad de San Martín Pachivia, donde un camino de terracería nos llevará directamente al pueblo de Ixcateopan de Cuauhtémoc.