Oaxaca es una tierra rica en historia, cultura y paisajes impresionantes, y la Ruta Mitla es una de las mejores formas de experimentarla en su totalidad. Este recorrido nos invita a explorar una serie de pueblos y sitios arqueológicos que ofrecen un mosaico vibrante de las tradiciones oaxaqueñas. A lo largo de la Ruta Mitla, el visitante puede sumergirse en los atractivos culturales, folclóricos, arqueológicos, naturales, gastronómicos y antropológicos que hacen de esta región un tesoro único.
La Ruta Mitla es una travesía por la historia y la cultura de Oaxaca, desde sus imponentes sitios arqueológicos hasta sus vibrantes tradiciones artesanales. Este recorrido ofrece una experiencia integral que permite a los viajeros conocer la rica herencia zapoteca y mixteca, así como disfrutar de la belleza natural y la hospitalidad de las comunidades oaxaqueñas.
Santa María del Tule: El Árbol Milenario
El viaje comienza en Santa María del Tule, un pueblo a solo 10 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. La principal atracción aquí es el famoso Árbol del Tule, un ahuehuete de más de dos mil años de antigüedad. Este gigante natural, de 40 metros de altura y un tronco de 42 metros de circunferencia, ha sido testigo del paso del tiempo y es considerado uno de los árboles más grandes del mundo. A su lado, se encuentra el Templo de Santa María de la Asunción, una iglesia del siglo XVII que añade un toque histórico y espiritual a la visita. Este pequeño pueblo encapsula el respeto oaxaqueño por la naturaleza y su legado cultural.
Tlacochahuaya: Arte Colonial y Tradición
A 21 kilómetros de Oaxaca, se encuentra Tlacochahuaya, una comunidad que destaca por su imponente conjunto conventual del siglo XVI. La iglesia y convento de San Jerónimo son ejemplos notables de la arquitectura barroca decorada con motivos florales y querubines, un estilo claramente influenciado por la estética indígena local. En su interior, alberga un órgano del siglo XVII que, además de su valor musical, está decorado con coloridos motivos florales que revelan la fusión de culturas que caracterizó la época colonial. Este pequeño pueblo es una joya para los amantes del arte sacro y la historia religiosa de México.
Dainzú: Arqueología Zapoteca
La siguiente parada es Dainzú, un sitio arqueológico a 22 kilómetros de Oaxaca. Este lugar, cuyo nombre significa “lugar de los órganos”, fue una importante ciudad zapoteca. Aunque no ha sido completamente explorada, en Dainzú se pueden observar estructuras ceremoniales, residenciales y una cancha de juego de pelota, lo que da una idea del sofisticado urbanismo de los zapotecas. El sitio es un recordatorio de la profundidad histórica de la región y la importancia de la cultura zapoteca en el desarrollo de Mesoamérica.
Teotitlán del Valle: Arte Textil Ancestral
Continuando por la ruta, llegamos a Teotitlán del Valle, un pueblo famoso por su artesanía textil. Ubicado a 27 kilómetros de Oaxaca, esta comunidad ha conservado durante siglos la tradición de tejer tapetes de lana en telares domésticos. Los tejedores de Teotitlán utilizan tintes naturales, como el añil y la cochinilla, para crear patrones vibrantes inspirados en la naturaleza y la cosmovisión zapoteca. Los visitantes pueden observar el proceso artesanal y adquirir tapetes directamente de los talleres, lo que asegura una experiencia auténtica y una conexión directa con la rica tradición oaxaqueña.
Lambityeco: Máscaras de Dioses Antiguos
A solo 5 kilómetros de Teotitlán del Valle, encontramos Lambityeco, otro sitio arqueológico zapoteca que floreció alrededor del año 700 a.C. La particularidad de Lambityeco reside en sus elaboradas decoraciones, en especial dos mascarones del dios Cocijo, deidad zapoteca del trueno y la lluvia. Estas figuras, talladas con gran maestría, revelan la importancia de las divinidades en la vida cotidiana y ceremonial de los zapotecas. Lambityeco es un lugar fascinante para quienes buscan profundizar en la religión y mitología de esta antigua civilización.
Tlacolula: Mercado, Mezcal y Tradición
A 35 kilómetros de Oaxaca, la siguiente parada es Tlacolula, una comunidad vibrante conocida por su mercado dominical. Este tianguis es uno de los más grandes y antiguos de Oaxaca, y ofrece una rica selección de productos locales, desde textiles y artesanías hasta frutas, verduras y el famoso mezcal, bebida tradicional que ha sido elaborada en esta región durante siglos. El Templo de la Virgen de la Asunción, construido por los dominicos en el siglo XVII, es otro atractivo que no debe perderse. El mezcal de Tlacolula, destilado artesanalmente, es un complemento perfecto para la experiencia cultural que ofrece esta ciudad.
Yagul: Fortalezas Antiguas y Tumbas Monumentales
Siguiendo la Ruta Mitla, se llega a Yagul, un sitio arqueológico a 38 kilómetros de Oaxaca. Este lugar, cuyo nombre significa “árbol o palo viejo”, fue habitado por los zapotecas desde el 700 a.C. Yagul destaca por su fortaleza, un complejo defensivo que protegía a los habitantes de los ataques externos, y por su impresionante sistema de tumbas subterráneas. Además, cuenta con una cancha de juego de pelota y varios patios ceremoniales, lo que hace de Yagul un sitio clave para comprender la organización social y política de los zapotecas.
Mitla: El Final de la Ruta y la Grandeza Zapoteca
La Ruta Mitla culmina en el sitio arqueológico que le da nombre, Mitla, ubicado a 45 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. Mitla, que en náhuatl significa “lugar de los muertos”, fue una ciudad zapoteca y luego mixteca, habitada desde el año 100 a.C. hasta la llegada de los españoles en 1521. Es famosa por sus complejos arquitectónicos decorados con grecas geométricas, un estilo único en Mesoamérica. Entre los principales edificios destacan el Grupo de las Columnas y el Grupo del Templo, que muestran el alto nivel de desarrollo arquitectónico alcanzado por los zapotecas. Alrededor del sitio, se pueden encontrar talleres de artesanías donde los visitantes pueden adquirir productos locales.
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