Enclavado en el corazón de Colima, México, se encuentra el encantador pueblo mágico de Comala. Con sus calles empedradas, arquitectura colonial y un ambiente tranquilo, Comala se presenta como un destino turístico único, ideal para aquellos que buscan sumergirse en la rica cultura mexicana y disfrutar de la belleza de su entorno natural.
Comala, conocido como el "Pueblo Blanco de América", es un tesoro histórico. Pasear por sus calles es como viajar en el tiempo, con sus fachadas blancas y techos de teja roja que cuentan la historia colonial de México. El centro del pueblo alberga la Iglesia de San Miguel Arcángel, una joya arquitectónica que data del siglo XVIII y que invita a los visitantes a explorar su interior lleno de arte sacro.
La cocina de Comala es una delicia para los sentidos. Los visitantes pueden disfrutar de platillos auténticos de la región, como las carnitas, los tamales y las empanadas. Además, la plaza principal se llena de puestos de comida durante la tarde, ofreciendo una amplia variedad de antojitos mexicanos. No hay mejor manera de experimentar la autenticidad de la cultura local que deleitarse con los sabores tradicionales de Comala.
Comala se enorgullece de preservar y compartir sus tradiciones. Durante todo el año, el pueblo celebra diversas festividades, como la Feria de Todos los Santos y la Fiesta del Barro, donde los artesanos locales exhiben sus obras maestras de cerámica, una tradición que ha perdurado por generaciones.4. Experiencias Naturales:La naturaleza que rodea Comala es simplemente impresionante. A poca distancia se encuentra el Volcán de Fuego, un majestuoso coloso que ofrece vistas panorámicas del valle. Los más aventureros pueden explorar las rutas de senderismo que serpentean por el paisaje montañoso, mientras que aquellos que buscan relajarse pueden disfrutar de las aguas termales cercanas.
La hospitalidad de Comala se refleja en sus opciones de alojamiento. Desde acogedoras posadas hasta hoteles boutique, el pueblo ofrece lugares que complementan su atmósfera pintoresca. Algunas de las opciones permiten a los visitantes alojarse en casonas históricas restauradas, proporcionando una experiencia única que combina comodidad y autenticidad.
El arte y la artesanía florecen en Comala. Los talleres de alfarería ofrecen a los turistas la oportunidad de participar en la creación de piezas de cerámica tradicionales. Estas artesanías, conocidas por su calidad y diseño distintivo, son tesoros que los visitantes pueden llevar consigo como recuerdo de su tiempo en este pueblo encantador.
Las noches en Comala tienen un encanto especial. Los cafés y restaurantes alrededor de la plaza principal se llenan de música en vivo y poesía, creando un ambiente bohemio que invita a los visitantes a disfrutar de la serenidad del lugar. Es el momento perfecto para relajarse con una bebida tradicional y sumergirse en la calidez de la comunidad local.
Comala se presenta como un destino turístico que va más allá de lo convencional. Su rica historia, cultura vibrante y entorno natural hacen de este pueblo mágico un lugar que cautiva a aquellos que buscan una experiencia auténtica. Al explorar sus calles empedradas, deleitarse con su gastronomía y sumergirse en sus tradiciones, los visitantes descubrirán la verdadera magia de Comala, un tesoro oculto que espera ser explorado.
Famoso por ser ‘El pueblo blanco de América’, Comala se ubica en el estado de Colima, a 30 minutos de su capital.
El nombre de la localidad significa “lugar de comales”, del náhuatl Comalli, y un dato curioso, que le hace distintiva del resto del país, es que presenta una gran cantidad de casas blancas con rojos tejados, lo que produce un mágico y bello contraste, único de ese lugar.
En 1988 fue declarado Zona de Monumentos Históricos y el 2002 fue elegido para formar parte del programa nacional “Pueblos Mágicos de México”. Se encuentra a 6 kilómetros de la ciudad de Colima. Sin lugar a duda, Comala es sitio fantástico de excepcional belleza.