Los peligros más acuciantes están vinculados con las tentaciones de imponer esquemas de acción turística que en el pasado han mostrado ser nada redituables.
El porvenir del giro turístico anticipa la implantación de modelos que en buena medida han tenido que ver en el debilitamiento del medio de las travesías y las experiencias turísticas.Los expertos explican que la nueva normalidad que se presentará tras la crisis del Covid 19 incluirá el deseo de viajar a centros vacacionales sostenibles y saludables.
Hasta cierto punto, la emergencia sanitaria que estamos experimentando hará que se aceleren procesos que ya estaban activos, por ejemplo, la exigencia de viajes más seguros y con mejor calidad.Por otra parte, la crisis financiera derivada del Covid 19 acentuará una polarización en alcances económicos.
Muchas personas deberán hacer frente a problemas de desempleo y con ello tendrán menos recursos para viajar y vacacionar.Lo anterior se combinará con un aumento de precios para compensar la reducción de aforos en aviones, otros medios de transporte, hoteles, centros de esparcimiento, restaurantes, etc.
Será un entorno propicio para el auge del llamado turismo de lujo, con el desarrollo de productos vacacionales exclusivos para un público de gran poder adquisitivo y una reducción del llamado turismo low cost.
Por otra parte, se verá obstaculizada la tendencia a la hipermovilidad, algo directamente relacionado con la crisis del Covid 19. Por lo tanto, los especialistas en el medio turístico auguran un mayor volumen de viajes cortos, a destinos internos y cercanos.Aunado a lo anterior, el publico en general viajará menos y cuando emprenda un paseo o excursión recreativa lo hará a lugares vacacionales próximos a sus sitios de residencia.