{El turismo en México tendría otro peso, una relevancia menor, de no haberse lanzado el programa de los Pueblos Mágicos.

Hoy por hoy estas comunidades de la provincia mexicana se presentan como destinos turísticos de gran convocatoria. Ahora bien, ¿por qué se le llama Pueblo Magico?}

Eso es justamente lo que comentaremos con mayor detalle en las líneas siguientes.

En el territorio nacional hay poco más de un centenar de estos formidables Pueblos Mágicos.

Se trata de sitios que han logrado preservar valiosas tradiciones y formas culturales que han logrado incluir en sus particulares propuestas turísticas. Los Pueblos Mágicos cuentan con un valioso patrimonio histórico, arquitectónico, arqueológico y cultural. En cada oportunidad que se tenga de visitar alguno de los Pueblos Mágicos más populares como Taxco, Tepoztlán o Real del Monte, se podrán conocer interesantes leyendas y anécdotas históricas que harán de ese paseo algo inolvidable.

Pero la respuesta a la pregunta acerca de “¿por qué se le llama Pueblo Magico?” a estas comunidades, también está relacionada con los requisitos que deben de cumplir las poblaciones que aspiran a conseguir la declaratoria mencionada.

Los lugares que tengan aspiraciones de ser reconocidos como Pueblos Mágicos deben de tener una población superior a los 20 mil habitantes; no ubicarse a más de 200 kilómetros de un sitio turístico de renombre y garantizar los mejores servicios de seguridad y de salud para los visitantes.

La gastronomía típica es una de las facetas que más y mejor se valoran en un Pueblo Mágico.

Los sabores tradicionales de una comunidad son esenciales para mantenerse dentro de este selecto grupo de distinguidas localidades. Basta con mencionar los pastes de Mineral del Monte, el fino café de Coatepec y las ricas memelitas de Chiapa de Corzo.

No menos relevante es la riqueza cultural que deben tener estos sitios de la provincia mexicana.

Cada una de estas poblaciones atesora edificios, monumentos, museos y plazas que representan lo mejor de su identidad, su idiosincrasia y su folclor.

En este sentido, hay que destacar la importante tradición artesanal de Taxco, en el estado de Guerrero, o los tapates de colorido aserrín de Huamantla en el territorio tlaxcalteca.