El Sótano del Barro es más que un destino turístico; es un viaje a las profundidades de la Tierra y un encuentro con la rica biodiversidad de la Sierra Gorda. Desde la impresionante caída libre de 450 metros hasta el espectáculo de las guacamayas verdes al amanecer, cada aspecto de este lugar deja una impresión duradera en los visitantes. La combinación de aventura, naturaleza y conservación hace del Sótano del Barro un tesoro natural que vale la pena explorar.
La travesía para llegar es desafiante, pero la recompensa de descubrir uno de los abismos más profundos del mundo y su entorno único hace que cada paso del camino sea una experiencia inolvidable.
El Sótano del Barro es una sima o dolina con forma de cono inverso y abertura ovalada. Sus dimensiones específicas son impresionantes: 455 metros de profundidad total, 410 metros de caída libre, 420 metros en su eje horizontal mayor y 200 metros en el más estrecho. Su altitud es de 1,860 metros sobre el nivel del mar en la abertura y 1,405 metros sobre el suelo de la cavidad. El suelo de la sima mide 200 metros y 100 metros en sus ejes mayor y menor, respectivamente. Dos grandes rampas rocosas, formadas por la acumulación de bloques pétreos debido a viejos hundimientos, se pueden observar en los bordes de las extremidades. Con un volumen de 15 millones de metros cúbicos, el Sótano del Barro es la segunda sima más grande del mundo, solo superada por Sarisariñama en Venezuela.
El viaje al Sótano del Barro comienza en la madrugada, permitiendo a los visitantes presenciar la salida de las guacamayas verdes al amanecer, un espectáculo natural que deja a todos sin aliento. Esta especie, en peligro de extinción, encuentra refugio en esta formación geológica, y su avistamiento es uno de los momentos más esperados del recorrido.
El Sótano del Barro es una formación única creada por las calcáreas de El Abra, una enorme fractura vertical que ha dado forma a los grandes cañones de la zona. A pesar de algunos desprendimientos que han acumulado material rocoso en el fondo, la cavidad ha mantenido su forma original en gran medida. Las capas calcáreas del abismo están relacionadas con las rocas sedimentarias de la Sierra del Doctor, pertenecientes al periodo Cenozoico, con una antigüedad aproximada de un millón y medio de años. La inaccesibilidad y la naturaleza rocosa del Sótano del Barro han contribuido a su buen estado de conservación, protegiéndolo de alteraciones significativas por parte de agentes antropogénicos.
Para aquellos que deseen vivir una experiencia sin igual, el Grupo Ecológico Sierra Gorda ofrece un ecoalbergue cerca del Sótano del Barro. Este lugar brinda la oportunidad de sumergirse en la naturaleza y disfrutar de la biodiversidad de la Sierra Gorda de una manera responsable y sostenible.
Visitar el Sótano del Barro requiere de preparación y cuidado. Es recomendable realizar el recorrido acompañado y guiado, y llevar zapatos cómodos para la caminata. La travesía no es fácil, pero la recompensa de presenciar uno de los abismos más profundos del planeta y la diversidad de fauna que alberga, hace que todo el esfuerzo valga la pena.
Para llegar a Santa María de Cocos, se debe tomar la carretera No. 29 desde Jalpan de Serra hacia Río Verde. En el kilómetro 24, hay que desviarse y recorrer 11 kilómetros de terracería en buenas condiciones. Una vez en Santa María, los lugareños pueden ayudar a los visitantes a llegar a la boca del Sótano del Barro. Este camino, aunque desafiante, lleva a uno de los destinos más fascinantes y menos conocidos de México.
Además de las guacamayas verdes, el Sótano del Barro alberga una gran diversidad de fauna. La combinación de su inaccesibilidad y su entorno prístino ha permitido la conservación de varias especies. Los visitantes pueden disfrutar de la observación de aves y de la rica flora que rodea la sima, haciendo del viaje una experiencia educativa y enriquecedora.
El Sótano del Barro es un testimonio de la increíble biodiversidad y riqueza geológica de la Sierra Gorda de Querétaro. La conservación de este lugar es crucial para proteger las especies que dependen de este hábitat y para mantener la integridad de este impresionante monumento natural. Los esfuerzos del Grupo Ecológico Sierra Gorda y otras organizaciones son vitales para garantizar que futuras generaciones puedan disfrutar y aprender de este maravilloso lugar.